La trampa – Marisela Ocampo O.

La trampa que nos haya tendido el enemigo servirá para que él caiga en ella

la trampa

Aunque somos hijos de Dios, adoptados por medio de Jesucristo, existirán batallas que como cristianos tendremos que afrontar y una de ellas son las trampas que el maligno nos pone a través de personas perversas, sin temor de Dios que lo único que procuran es alcanzar sus planes sin importar la manera en que lo hagan. Cuando no hay temor de Dios en una persona lo único que interesa es satisfacer la carne y para la carne cualquier camino es válido.

Debemos estar alertas, vigilantes y atentos en todo tiempo; es nuestro deber como cristianos permanecer aferrados a la palabra de Dios, vestidos con la armadura divina e independientemente de las circunstancias obedecer en todo tiempo los mandatos del Señor.

Dios nuestro Padre se encargará de hacerle frente a nuestros adversarios por medio de Cristo Jesús, Él obrará con justicia y hará lo correcto; no importa que suframos, que nos lastimen o nos dañen. El Señor siempre tendrá cuidado de nosotros y de cualquier forma siempre se glorificará. Dios nos fortalecerá, nos restaurará y al final la trampa que nos haya tendido el enemigo solo servirá para que él caiga en ella, sus planes serán destruidos, él mismo caerá en la fosa que haya cavado para nosotros.

“Finalmente, confíen en el gran poder del Señor para fortalecerse. Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios. Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo. Por esa razón, vístanse con toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir. Entonces manténganse firmes, pónganse el cinturón de la verdad y protéjanse con la coraza de la justicia. Prepárense poniéndose el calzado de anunciar las buenas noticias de la paz. Pero sobre todo, tomen el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno. Utilicen la salvación como casco protector. Tomen la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren y pidan siempre con la ayuda del Espíritu. Manténganse alerta y no dejen de orar por todo el pueblo santo”.

Efesios 6:10-18 (Palabra de Dios para Todos).

 

“Si alguien es justo, no importa cuántos males sufra,
el Señor lo rescatará.
Él lo protegerá por completo;
no se romperá ninguno de sus huesos.
En cambio, los perversos serán destruidos por su propia maldad;
los que persiguen a los justos serán castigados.
El Señor protege la vida de sus fieles
y todo el que acuda a Él en busca de ayuda, la encontrará”.

Salmo 34:19-22 (PDT).

 ¿Qué podríamos temer si Dios está de nuestro lado? Que Él nos regale la gracia que necesitamos en Cristo Jesús para enfrentar las batallas espirituales que a diario se nos presentan. Amén.

 ¡No importa el tamaño de la batalla que tengamos que afrontar, en Cristo Jesús, sometidos a su perfecta voluntad saldremos en victoria por amor y para gloria de su santo nombre!

 Por: Marisela Ocampo O.

Escrito para www.devocionaldiario.com

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Share

Comparte:


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: