El que tenga oídos para oír – Naty Cardozo

“El que tenga oídos para oír…”

Quiero compartir contigo algo que estuvo dando vueltas en mi vida todo este tiempo.

Sin lugar a dudas este año se convirtió en el tiempo de las decisiones, de los grandes pasos, de los desapegos, desarraigos y de nuevas etapas que tendré que enfrentar. Y creo que todos tuvimos que pasar por estas situaciones.

¿Pero qué pasa cuando esos tiempos llegan y no damos el gran paso?

¿Qué pasa cuando el miedo nos inunda y no podemos avanzar?

Perdemos sin duda, la gran bendición de Dios.

El que tenga odios para oír, pues, oiga.

El Señor este tiempo ha recorrido cada parte de mí con su Palabra, y me ha hablado a través de personas. Pero a pesar de que el Señor me decía lo que tenía que hacer, yo por MIEDO, no lo hacía. Durante mucho tiempo, por circunstancias en las que Dios las ha permitido, tuve que ser el pilar de mi familia, pero el tiempo comenzó a pasar, y sin darme cuenta, estaba llegando el tiempo de tener que dejarla, de comenzar a forjar mi camino, mudarme de casa, hacia otro lugar, un cambio total en mi vida. Pero no podía hacerlo .El solo hecho de pensarme lejos de mi amada familia llenaba mi corazón de angustia, pero Dios tocaba mi hombro una y otra vez. Más yo, no oía. Hasta que Él me puso contra la espada y la pared. Y tuve que, sin saber lo que vendría mas allá, obedecer lo que mi padre me decía.

Durante mucho tiempo, hice oídos sordos a lo que el Señor pedía de mí, y no me estaba dando cuenta de lo que me estaba perdiendo.

-Señor, ¡no puedo con esto! ¡Aun no es el tiempo de dar el gran paso! ¿Y si mi familia no puede sin mi? ¿Y si en mi ausencia les pasa algo y yo no estoy?

¿Cuantas preguntas no?

Pero el Señor contesto la multitud de ellas con tan solo una respuesta:

“NO TEMAS, PUES YO ESTOY CONTIGO, NO DESMAYES, PORQUE YO SOY TU DIOS QUE TE ESFUERZO, SIEMPRE TE AYUDARE, SIEMPRE TE SUSTENTARE CONLA DISTRA DE MI JUSTICIA.”

                                                                                                  ISAIAS 41:10

¡Mis oídos oyeron por primera vez lo que el Señor me trataba de decir!

Mis lágrimas comenzaron a correr, pues entendí, que el Señor en esto me acompañaría, que no habría nada de que temer, que jamás me dejaría, pues él me decía: ¡SIEMPRE TE AYUDARE!

¡Si pudieras ponerte tan Solo un minuto en mi lugar y sentir ese poder único atravesando mi cuerpo! El poder sentir dentro de mí que todo cobraba sentido, que ya no habría nada de que temer, y que a su lado, TODO SERIA MAGNIFICO, por más que Yo hoy no lo pudiera ver.

Mientras tomaba las fuerzas benditas que el Señor me regalaba, todo luego fue más fácil, pues pensaba que al decirles a mi familia que ya era tiempo de partir, ellos no lo permitirían y se angustiarían en gran manera, e impedirían que yo pueda dar el Gran paso. Pero aún en eso Mi Dios tan maravilloso estuvo conmigo. Las lágrimas de mi madre corrían por sus mejillas, pero su corazón se llenaba de paz, entendiendo que estaba bajo la voluntad de mi Padre y lo que estaba haciendo era obedecerlo.

¡La reacción de mis hermanos fue de felicidad, ellos sabían que yo estaría bien!

¡Dios que más puedo pedir! Ya es hora.

Mientras preparaba mi equipaje, para mudarme de casa, de provincia y comenzar así una nueva vida lejos, un folio de la materia que buscaba para comenzar a dar mis clases tenia inscripto otro mensaje de mi Dios, y de este sí que no me rehusé a oír pues decía:

“MIRA QUE TE MANDO QUE TE ESFUERCES Y SEAS VALIENTE; NO TEMAS NI DESMAYES, PORQUE JEHOVÁ, TU DIOS, ESTARÁ CONTIGO DONDE QUIERA QUE VAYAS”

JOSUÉ 1.9

¡Qué maravilloso mi Padre! Me rodeo de toda su palabra y mis oídos no dejaron de oír.

Y pensando en todo lo vivido, me pregunto que hubiera sido de mí si no hubiera dejado que él me hable. Estaría perdiéndome sin duda alguna de todas las bendiciones que hoy recibí de su parte.

La paz que inunda mi alma es indescriptible, su presencia me llena y me completa y estoy feliz ¡PORQUE HE OIDO!

Hermanos míos, estoy segura que Jesús esta hablándote ahora mismo, y yo te ruego que no te rehúses a escucharlo. Te perderás de la vida maravillosa que El planeo para ti.

No tengas miedo, pues El está contigo.

¡EL QUE TENGA OIDOS PARA OIR…. OIGA!

Autora: Naty Cardozo

Escrito originalmente para www.devocionaldiario.com

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