No descuides tu Salvación – Juan Carlos Aguilera

No descuides tu Salvación. Parte I

por Juan Carlos Aguilera

“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”

Hebreos 2:1

Cuando hablamos de salvación, para los que conocemos al Señor y en mi caso siempre me viene a la mente cuando Jesús entro en mi corazón, fue una experiencia inolvidable, recordando mis días de nuevo creyente y la primera canción que aprendí fue “Que sería de Mi”, de verdad pude entender que me sentía como un pájaro herido muriendo en el suelo o como un siervo que brama por aguas en un desierto; comento esto porque tan solo era un adolescente de 14 ya para 15 años y pude comprender la necesidad que tenia de Dios.

Con el pasar del tiempo he contemplado a muchos apartarse por fallas cometidas y a otros aunque fallaron se aferraron a las promesas de Dios en su vida y esa caída solo fue aprendizaje que aunque nunca olvidaran lo amargo que fue, seguirán porque Jesús es su Señor. Dios trataba conmigo en cuanto a esa necesidad de buscarlo y de agradarle, de hacer su voluntad o hacer la mía, en mi comienzo siempre tenía ese conflicto en mi interior, que si lo que quiero no es lo que Dios quiere para mí y en ocasiones confrontaba la justicia de Dios por no ser como yo quería que fuera. Que tonto ah ¡yo cuestionando al creador! Y se de igual manera que tu lo has hecho o lo estás haciendo en estos momento.

Creo que por los acontecimientos recientes muchos se han preguntado en que va a parar esto, en muchos países la inflación nos devora, y si sobrevivimos de eso los desastres naturales nos podrían alcanzar, de una manera u otra la incertidumbre en que estamos es latente cada Día, muchos han juzgado a Haití aunque los acontecimiento han sido crudos y son hechos que creo que nadie que tenga el amor de Dios le desearía a su enemigo; y dicen que por la brujería, y el pecado desenfrenado que hay en ese pueblo fue que le paso eso, y de verás que no le quito esa verdad, pero ¿qué diferencia hay con nuestro país? Y teniendo en cuenta que nuestros estándares o parámetros no son los mismos que los de Dios.

Dime si no nos puede pasar lo de Haití cuando en mi país o para no generalizar en mi estado y si sigo siendo directo en mi ciudad, todo los días en el periódico veo personas que han perdido la vida en accidentes o se la han quitado por un par de zapatos, donde veo que a boca llena alguien me dice que es brujo y para ellos es un honor, veo niñas de 13 años y hasta menos edad quedando embarazadas y aun lo que es peor llegan a mis oídos de mujeres que han abortado como si fuera un deporte, camino por las calles y quedo asombrado que a plena luz del día y en una calle donde juegan niños hay jóvenes consumiendo drogas. Y sé que esto no está pasando solo en mi ciudad o Venezuela, sino en todo el mundo.

Por eso quiero hablarle un poco sobre cuidar nuestra salvación ya que si tú en una ocasión aceptaste al Señor, también un reto y un compromiso de hacer su voluntad y puedes que estés en una iglesia y cuando escuchas hablar acerca de la necesidad de predicar dirás: “esto no es conmigo, es con el evangelista o ministro de la iglesia”. Te voy a decir una verdad bíblica; cuando llegamos a Jesús somos nueva criatura 2 Corintios 5:17 pero el versículo 19 y 20 nos dice que Él nos entrego a nosotros el ministerio de la reconciliación por medio de la palabra de Dios y somos embajadores de Cristo y es como si Él rogase por medio de nosotros: ¡reconciliaos con Dios!

Ahora bien ¿por medio de quienes va hablar Dios? Cuando siempre estamos afanados con los quehaceres de cada día o cuando le dedicamos el tiempo a otras cosas antes que a Dios (eso es idolatría ante los ojos de Dios), y en muchas ocasiones ni siquiera nos congregamos y ponemos pretextos baratos y queriendo ignorar que Dios no puede ser burlado, y aunque engañemos al hombre pero al Él ¿cómo lo podremos engañar?

El escritor de Hebreos dijo: (Hebreos 2:1) “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.” ¿De donde nos vamos a deslizar? y si lo hacemos ¿a dónde vamos a caer? No es para meter miedo pero el escritor no quedó allí sino que dijo: (Hebreos 2:3) “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?”, esa realidad de la palabra de Dios muchos la quieren ignorar pero aunque lo sigan haciendo no quiere decir que no es para ellos.
El Señor desea lo mejor para cada uno de nosotros pero debemos seguir adelante y esforzarnos por cumplir su palabra en todo momento.

“Si fallas arrepiéntete de corazón y si caes levántate y sigue caminando porque el Señor no quiere verte postrado”

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Escrito para: blog.vivoparacristo.info y www.devocionaldiario.com

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