Venciendo la resistencia al cambio – Hefzi-ba Palomino

 VENCIENDO LA RESISTENCIA AL CAMBIO.

“Porque yo se los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de  mal,  para daros el fin que esperáis.”

Jeremías 29:11

En la dinámica y constante flujo de la existencia humana, todo cambia, todo está en movimiento, todo se transforma, todo pasa, el tiempo no se detiene, la rotación de la tierra tampoco, la expansión del universo tampoco,   lo único permanente es el cambio. Jesús lo expreso en sus propias palabras, cuando dijo: “Todo pasara, menos la Palabra de Dios.” Nada es para siempre.

Sin embargo, amados, los seres humanos tendemos a  pensar que crear y  permanecer en las mismas condiciones  toda la vida, es lo normal,  es ser una persona estable, segura y otra gran cantidad de cosas; pero hoy, que me encuentro a principios de este nuevo año, con muchas ideas y proyectos que desarrollar, me pregunto si realmente Dios nos creó para permanecer en una jaula toda nuestra vida, aun las circunstancias no sean las más favorables o no nos sintamos felices y satisfechos,    como  la mayoría de las personas que tienen una vida normal, tranquila, el mismo trabajo, salud y su familia.

 Lo curioso es que a pesar de esta aparente tranquilidad,  hay algo en nosotros que no nos permite estar satisfechos y queremos cambiar, movernos, ir hacia adelante, perseguir tal vez nuestros sueños,  o recuperar el tiempo perdido, pero no hacemos nada o muy poco, en la mayoría de los casos porque “tenemos miedo al cambio, a tomar riesgos o a perder lo poco que tenemos”. Todo cambio genera una resistencia y en ocasiones esa resistencia es más fuerte que nuestro deseo de cambiar algo. ¿Entonces qué es lo correcto? Que debemos de hacer?

Siempre he admirado como persona a Jesús, aparte de su misión espiritual, como hombre, Jesús fue un revolucionario de su tiempo y su palabra y enseñanza  aún están vigentes; trajo un mensaje esperanzador de paz y redención permanentes; se atrevió a “revelar la verdad” acerca de Dios, nuestro padre y del Reino de los Cielos; desenmascaró  a los hipócritas y hasta entregó su vida por una causa en la que muy pocos creyeron en su tiempo.

El ver en lo que se ha convertido el Cristianismo 2000 años después y leer las hermosas promesas de Dios para con su pueblo, me hace pensar que si Dios pone en nuestro corazón un cambio, algo que insiste, permanece y está allí a pesar de nuestra resistencia, debemos arriesgarnos y retarnos a nosotros mismos por hacerlo realidad, por lograrlo, por conseguirlo, poniendo en ello todo el empeño, pues a veces somos tan necios que ni siquiera podemos entender las señales y mensajes que Dios nos está dirigiendo para que tengamos confianza, para que sigamos adelante, para que demos un paso de fe, para que actuemos y cambiemos el rumbo.

Y que mejor que rendir nuestra mente y nuestro corazón a Cristo? Entreguémosle todos nuestros anhelos y con su bendición arriesguémonos a salir adelante, a continuar, a pelear por nuestros sueños. ¿Pero cómo saber que lo que estamos planeando y pensando y en lo que comenzamos a trabajar viene de Dios y no de nuestro YO?

Nos daremos cuenta o confirmaremos que Él nos aprueba, si estamos seguros que El, anda con nosotros, que abre puertas, que facilita el camino, que cambia las circunstancias, que acorta el tiempo o lo alarga, según sea el caso y por el contrario, si vemos que es las cosas se dificultan, que no se acomodan, encontramos demasiados obstáculos o lo que hacemos no da los resultados que esperamos, o no tenemos el tiempo para dedicarlo a esa búsqueda, es porque o bien no es tiempo para que se den las cosas o no es lo que nos conviene.

Lo importante y el reto de hoy hermanos es que a pesar de cuales sean las circunstancias, estemos dispuestos a aceptar todo lo que venga, de parte de Dios, como un regalo perfecto de su gracia, porque siempre las cosas suceden por algo; a veces nos quejamos de algo que salió mal, pero no nos podemos imaginar de que nos está librando El Señor, si hubieran salido como nosotros lo esperamos.

No contendamos con Dios, ni cuestionemos ninguna de sus decisiones porque El es Dios y El Buen Pastor y nosotros  ovejas de su rebaño; Él es el alfarero y nosotros vasijas de barro formadas por sus manos.

En conclusión de este devocional es que no debemos renunciar a nuestros sueños, pero que estos están más seguros en las manos del Señor y como dijo Moisés, podemos ir a cualquier parte si su presencia va a estar con nosotros o como dijo Pedro a Jesús: A donde iremos Señor, si solo Tu, tienes palabras de vida?

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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