CERRANDO PUERTAS

“De cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo.”

Mateo 18:18 (NVI) 

Nunca había comprendido el significado de estas palabras de Jesus, hasta esta semana que mediante un sueño descubrí que una parte de mi alma y especialmente de mi Corazon, estaban atados a un tiempo pasado y en especial a una persona, digamos algo así como un amor frustrado, que me hizo bastante mal porque es como descubrir que tu cuerpo tiene un virus, como los virus de los computadores que se esconden  después no sabes como sacarlos y que el computador vuelva a estar limpio. Estos virus en nuestro inconsciente siguen ahí escondidos y solo los podemos ver o ser conscientes de ellos, a través de los sueños, cuando afloran a nuestra parte consciente y podemos recordar lo que soñamos; ellos también afectan nuestra vida cotidiana generando sentimientos y pensamientos que en realidad ya no deberían de afectarnos en lo mas mínimo.

Con un poco de molestia, pero decidida a cortar con estos lazos, recordé estas palabras de Jesus y me puse orar y efectivamente El Señor me mostró que esa fue una puerta (una relación) que había quedado abierta hace mas de 10 años y que debía cerrarla y que solo El, cierra puertas que nadie puede volver a abrir y abre puertas nuevas (nuevas oportunidades) y que es necesario que así sea, para que nos sintamos liberados,ligeros y sanos.

Para mi fue una experiencia importante y por tanto, quiero compartirla con ustedes, porque se que si nos tomamos el trabajo de revisarnos  nosotros mismos, escudriñar nuestros pensamientos y sentimientos,  con seguridad vamos a encontrar mas de una puerta abierta que aun necesita ser cerrada y me refiero a relaciones, a situaciones, a frustraciones, a lo que pudo haber sido y no fue, a personas que no hemos perdonado, que no hemos dejado ir y que aun están presentes en nuestra vida, aunque sea de una manera  inconsciente, a lo que no terminamos y aun lo que nos hubiera gustado que hubiera sido diferente.

La Palabra de Dios es viva y eficaz y siempre hace lo que tiene que hacer, si oramos y clamamos, confiados en que lo que dice es verdad, con seguridad, va a lograr lo que pedimos y vamos a sentirnos verdaderamente libres para vivir el día a día, en la preciosa presencia del Señor.

Esto es verdad incluso cuando oramos e imponemos manos sobre nuestros niños para cortar, en el nombre precioso de Jesús, con toda atadura y maldición que nos pueda afectar desde nuestros tatara-abuelos, bisabuelos, abuelos y padres, y el Señor lo hará. Él lo prometio y así lo hará.

“Otra vez les digo, que si dos de ustedes se pusieren de acuerdo en la tierra, acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que esta en los cielos.”

Mateo 18:19

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

Compártelo en Facebook