¡Alaba, Alaba y Alaba! – Hefzi-ba Palomino

¡ALABA, ALABA Y ALABA!

por Hefzi-ba Palomino

Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Salmos 103:1-2

¿De que otra manera podemos mostrar nuestro amor y agradecimiento a nuestro Señor y Dios, sino es alabándolo, bendiciéndolo y sirviendo a nuestro prójimo? Desde comienzos de esta semana tenia ya idea que quería hacer un devocional acerca del servicio, debido a que en algunas ocasiones me he sentido inquieta pensando que tal vez lo que hago por la obra del Señor, no es suficiente y quisiera hacer mucho mas; sin embargo, El Señor me ha dado paz con este tema, pues me ha hecho entender que lo que importa en la vida no es la cantidad de lo que hagas o que des, sino la calidad y que así yo sienta que lo que hago parece poco si lo vemos como una contribución individual y personal, realmente puede ser mucho si lo vemos desde un punto de vista colectivo, es decir, que no estoy sola y que soy parte de una enorme familia, cada uno aportando su granito de arena, según sus talentos y posibilidades y para El Señor, no existen los amos y los siervos, sino solo siervos y lo que realmente valora es nuestra fidelidad, nuestra constancia y perseverancia y si somos fieles en lo poco, Jesús promete que nos dará mayores responsabilidades y nos pondrá sobre algo mas grande.

Pero mi intención cambio esta mañana porque mientras anoche trataba de dormirme en medio de una fuerte tormenta, de esas que alumbran tu habitación con cada relámpago y después oyes el estruendoso ruido de un rayo cayendo cerca de allí y sabiendo que solo la noche anterior y en ese mismo momento se estaban formando poderosos tornados en un estado muy cerca de donde vivimos, pensaba que antes me encantaba la lluvia y dormirme mientras llovía, pero que ahora esa misma lluvia trae tantas desgracias, dolor y perdidas, lo único que pude hacer fue comenzar a orar por todos estos pueblos y personas y recordaba hace dos años como una tormenta nos sorprendió mientras acampábamos toda la familia cerca de un lago y como El Señor nos protegió, fue fiel y siempre nos ha guardado; seguí haciendo memoria de todas las bendiciones y promesas que Dios nos ha hecho y en mi vida personal ha cumplido y de pronto no se si la tormenta y la lluvia pasaron o si yo simplemente no las escuchaba mas, pues en mi comenzó a fluir como ríos de agua viva y solo recuerdo que mis ojos se llenaron de lagrimas y comencé a agradecer y a alabar a Dios, mientras le expresaba mis mas profundos sentimientos y pensamientos de amor y necesidad de El; estaba totalmente enfocada en Jesús y su presencia, que no recuerdo en que momento me quede dormida.

Esta mañana al despertar todavía estaba llena de este hermoso sentimiento y lo único que quiero en este Devocional es decirles que nunca duden del amor y las promesas de Dios, porque El no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta e independientemente del tiempo, El, es Fiel y siempre cumple sus promesas, para darnos el fin que esperamos; la parte nuestra es ser fieles, servirle y obedecerle. En mi carro tengo una lamina con la foto de un águila y la promesa de Dios: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantaran alas como las águilas; correrán y no se cansaran; caminaran y no se fatigaran” (Isaías 40:31) y mi habitación esta llena de promesas escritas, donde quiera que yo miro, hay hermosos versículos que me recuerdan quien soy yo y Quien es El que me cuida y me ama y estas palabras son el Pan que alimenta mi alma y me ayuda en momentos de tristeza, de miedo, de peligro, de indecisión y hasta me dan fuerzas muchas veces para esperar y seguir esperando.

¡Aprender a esperar no es fácil, pero cuanta bendición trae! Es como el fuego que prueba nuestra fe y nos ayuda a crecer, a creer y a confiar cada día mas en nuestro Señor y Salvador y con el tiempo – esperar en El – comienza a ser tan fácil como respirar. Mi trabajo puede parecerme simple, pero si logro que al menos una, sí, una persona cambie su vida y la rinda a los pies de Jesús, aprenda a obedecer Su Palabra y a esperar en El, mi misión estará cumplida, porque el reino de Dios tiene un efecto multiplicador, si yo cambio y hago que alguien cambie, esa persona va luego ha hacer que otro(s) cambien y al final para eso fuimos todos llamados y escogidos.

Así que Se fiel, no desistas, persiste, espera y El, lo hará conforme a su perfecta voluntad. Mi sentimiento personal hoy es terminar con otros versículos del Salmo 103, no sin antes decir a Mi Señor: Señor. Gracias por tu amor, tus bendiciones, tu cuidado y el cumplimiento de tus promesas en mi vida. TE AMO.

El es quien perdona todas tus iniquidades.
El que sana todas tus dolencias;
El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia.
Sus caminos notifico a Moisés,
Y a los hijos de Israel sus obras.
Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira y grande en misericordia.
No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardara el enojo.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
Cuanto esta lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.
Porque el conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.

Salmo 103: 3-14

Escrito para www.devocionaldiario.com

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