¿Nos estamos manteniendo al tanto de nuestras ovejitas? – Estephany Cordova V.

¿Nos estamos manteniendo al tanto de nuestras ovejitas?

“Mantente al tanto de tus ovejas, preocúpate por tus rebaños, pues ni riquezas ni coronas duran para siempre”

Proverbios 27:23-24

En mis hermanos tengo un bagaje de experiencias, enseñanzas que contar. Ellos de alguna u otra manera me dan lecciones que plasman en mí un sentido de preocupación por su bienestar.

Tuve la oportunidad de conversar con mi papá más o menos largo y tendido y le expresé mi sentir con respecto a mis hermanas, las menores, de cómo la estamos formando.

Mi padre me decía que mi mamá y él estaban haciendo todo lo humanamente posible por sacar a mí y hermanos adelante es por ello tantas horas de trabajo, ya que su propósito es que todos seamos profesionales.

El objetivo de mis padres con respecto a nosotros, sus hijos, es muy bueno y lo aplaudo; sin embargo, no me quedé satisfecha con su respuesta así que le pregunté de su área espiritual. Mi papá no supo responderme muy bien y me dijo que claro él y mamá se esforzaban por demostrarnos cariño y afecto.

Me seguí quedando inconforme y finalmente le dije:

¿Qué con respecto a la relación personal que necesitamos cultivar con nuestro Dios? ¿Y qué con la calidad de tiempo que todo niño necesita tener de sus padres?

Mi papá solo atinó a decirme que en un mundo como el nuestro es imposible que mamá se quede en casa con los hijos porque también necesitaba trabajar y con respecto a Dios, bueno que él al igual que mi mamá formaban valores en nosotros.

Me quedé algo consternada y a la vez ansiosa porque las horas pasaban y ya se acercaba la hora de ir a estudiar, mis hermanas y hermano llegarían del colegio y no iba a existir una persona que los atendiera en esas pequeñas cosas que en ocasiones los padres olvidan no porque quieran sino por la presión del trabajo, las necesidades económicas, deudas no le permiten quizás darse un tiempo con sus hijos y en forma de dinámica contarles una historia con un mensaje cristiano que lejos de aburrirlos, enternece y embellece el corazón de los más pequeños de la casa.

Mientras llegaba a la universidad estaba pensando que haría cuando viera  a mis hermanas y al mismo tiempo cómo hacer para terminar mis tareas en un dos por tres. Sin embargo, cuando llegué a casa el contexto era diferente al esperado y lo que hice fue llevar a mis hermanitas a la cama y echarme a su costado, orar con ellas y contarles una historia que inventé en el momento con el objetivo de dejarles un mensaje, al cabo de unos segundos se quedaron dormidas pero antes respondieron a las pequeñas preguntas que les hice con respecto a la historia y claro también respondí a sus interrogantes.

No pude realizar un tema con dibujos  como hubiese querido pero me esforcé en darles de lo poquito lo mejor y con buena calidad.

Una vez más entiendo que estoy en el lugar correcto y con la familia correcta. Dios ha puesto el deseo ferviente en mí de pasar tiempo con mis hermanas y aunque a veces no niego suelo pensar en el tiempo que yo necesito para realizar mis actividades, tareas, trabajos luego me doy cuenta, respiro hondo y pienso que ellas necesitan más de Dios que yo de mis tareas, ya que mis actividades no repercutirán en su vida futura pero sí la presencia de Dios en sus vidas.

No soy mamá pero ahora me doy cuenta que ser padre de familia es un COMPROMISO, UN PACTO CON DIOS que requiere alimentar tanto el bienestar físico como el espiritual. Ser padres siempre he pensado es una bendición y ahora añado es un PACTO CON DIOS.

Autora: Estephany Cordova V.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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