No te afanes – Kenny Quijada

¿Porque te afanas?

Mateo 6:34

afanada“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”

Hoy día es normal ver en cantidad de personas el afán por el dinero, el afán por el trabajo, el afán por los quehaceres del hogar, el afán por los estudios, y en consecuencia a este afán tenemos el stress, que es como que una fama de hace unos años en adelante escucharlo.

Normalmente la persona que llega a los pies de Cristo sigue viviendo con ese afán y no es completamente libre de todas las ataduras que la mantienen vinculada al mundo, no porque Cristo no tenga poder para hacerlo sino porque la persona no deja que Dios obre completamente en su vida, la persona no confía plenamente en Dios.

En el pasaje que tomamos como base para escribir esta reflexión, podemos ver que el mismo Señor Jesucristo nos dice que no nos afanemos por el día de mañana, pues el día de mañana traerá su propio afán. Aun así muchos creyentes hoy día están afanosos por el día de mañana, aun habiendo leído este pasaje tal vez muchas veces.

En la vida cristiana, tenemos que comprender querido hermano que no todo será color de rosa, tenemos que comprender que Dios no es un Dios de caprichos ni que tampoco tiene una varita mágica esperando nuestros pedidos para simplemente mover su varita mágica y cumplirlos, tenemos que comprender que Dios es un Dios de propósitos y que así como procesan el oro, cuando es pasado una y otra vez por el fuego, asimismo seremos nosotros en sus manos, pasaremos día a día procesos que tal vez no entendamos pero que Dios en su perfecta voluntad y como un Dios Omnisciente sabe que es lo mejor para nuestra vida, cosas que tal vez hoy no comprendamos pero que mañana pasado entendamos el porque de tal situación.

El salmista en varias oportunidades al presentarse en su vida situaciones que tal vez le causarían molestias pudo decir: “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” Amado hermano comprendamos que en medio de la desesperación Dios esta con nosotros y nos dará la salida a cualquier situación que se nos presente, pero debemos estar en una constante comunicación con Dios para saber su perfecta voluntad para cuando lleguen a nuestras vidas tales situaciones. En medio de las dificultades, en medio de los afanes de la vida diaria, digamos como pudo decir el salmista en momentos de angustia “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.”, y recordemos las palabras del Señor Jesucristo cuando nos dice: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”

En el capitulo 6 versos 25 en adelante del libro de San Mateo podemos ver que el Señor Jesús nos habla del afán y la ansiedad por los que muchas veces pasamos, preocupaciones que muchas veces nos roban la paz, la tranquilidad que el Señor nos da, preocupaciones que muchas veces nos agobian, preocupaciones que impiden que nuestra relación con el Padre Celestial sea interrumpida y que hacen disminuir nuestra confianza en Dios.

En el verso 26 del mismo capitulo, el Señor nos pone el ejemplo de las aves del cielo, que no siembran ni siegan, es decir, no trabajan y aun así nuestro Padre Celestial las alimenta.

Amado hermano, el Señor nos ha prometido que estará con nosotros hasta el fin del mundo, que nos cuidará como a la niña de sus ojos, que es nuestro pastor y nada nos faltará. ¿Entonces porque preocuparnos si tenemos un Padre que nos ama con un amor que nuestra mente finita no puede imaginar?

Amado hermano, sin paz ni santidad nadie verá al Señor, entonces apropiémonos día a día de las promesas del Señor para que podamos tener absoluta paz en nuestras vidas.

Autor: Kenny Quijada

Escrito para: Devocional Diario.com

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Share

Comparte:


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: