Haz ejercicio trascendente – Richy Esparza

Haz ejercicio trascendente

“«El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene».”

1 Timoteo 4 (Nueva Traducción Viviente).

El fortalecimiento del físico es bueno, pero es mejor fortalecer el espíritu. Esto por medio de la sumisión a un Dios amoroso quien tiene cuidado de los suyos. No obstante dicho ejercicio de sumisión no es agradable para la carne,  nuestras convicciones y para nuestro yo. Morir a uno mismo duele, pero así se consigue el gozo de DIOS. Cuando el creyente mengua, Cristo crece en él y da vida en abundancia.

 En la medida que el creyente obedece al Espíritu de DIOS así mismo desbordará de Su presencia. Aquello que parecía una montaña inamovible tomará su justo tamaño. Ese obstáculo será insignificante ante la trascendencia de lo eterno.

Cuando un creyente de todo corazón antepone la voluntad de DIOS y Sus planes por encima de los suyos, éste será saciado del mejor alimento; DIOS mismo.

“Entonces Jesús explicó: —Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y en terminar su obra. Juan 4:34 (Nueva Traducción Viviente).”

El sometimiento a DIOS y Su poder trae honor a su debido tiempo (1 Pedro 5:6). DIOS honra a los que lo honran, y a todo aquel que por amor se someta a Él le dará el fruto de su obediencia. Cuando un creyente obedece a DIOS éste se mantiene en Su presencia y así es librado de ser tentado por el enemigo; esto porque DIOS no puede ser tentado (Santiago 1:13)

Hoy lo sabes, ejercítate en el sometimiento a tu Rey. Haz de tu vida el estrado de Sus pies. Permítele a Jesús ocupar sin reservas el trono de tu corazón.

Ejercítate en aquello que le molesta a tu carne. Levántate temprano a buscar a DIOS. Da de lo tuyo sin esperar nada a cambio. Sométete a una dieta rigurosa de agradecimiento. Haz de tu rutina levantar diez alabanzas al Todopoderoso. Permítele al Espíritu Santo que ejercite los músculos de tu corazón al amar y perdonar a aquellos que es difícil hacerlo.

Aumenta el gozo en tu vida al hacer ejercicio trascendente.

“Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón.”

Salmos 119:111 Nueva Versión Internacional.

Autor: Richy Esparza

Escrito para: www.devocionaldiario.com

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