Desde la obscuridad, hacia la luz – Richy Esparza

Desde la obscuridad, hacia la luz

por Richy Esparza

leyendo-la-biblia3¿Alguna vez has estado en tanta obscuridad que puedes ver como pierdes tu cordura? , Solo caminando a tientas; anhelando un poco de luz. Muy apenas respirando por la esperanza que queda en tu corazón. Sí lo has estado, entonces comprendes lo que vale un rayo de luz en las tinieblas. Esa luz que te hace saber que no estás solo, esa luz que te hace saber que no has sido el único que ha andado por esas veredas. Esa luz que le dice a tu espíritu; no es tiempo de rendirte.

Esa luz se llama Jesucristo y es multiforme, el Señor es tan bueno y misericordioso que toma diferentes formas para dar de Su luz. A qué me refiero, a qué a Él solo le interesa salvarnos aunque jamás le hayamos conocido. La gente no se pierde por no buscar; se pierde por estar hastiados de buscar en lugares equivocados. En mí búsqueda por la salvación intenté de todo.- pedí ayuda a mi familia, pedí ayuda a mis amigos, le confesé mis pecados a un clérigo, pagué la penitencia, me hinqué ante una virgen, pedí ayuda a un sacerdote, me rocié agua bendita, rocié con agua bendita a mi cuarto y en todo ésto no pude encontrar la anhelada salvación y un poco de luz.

Fue hasta que el Señor puso a uno de sus siervos disfrazado de psicólogo que comencé a ver la luz. La primera vez que platiqué con él pude dormir después de mucho tiempo por una noche. Fue el ansiado rayo de luz que necesitaba para seguir avanzando. Después de haber visto el rayo de luz; me dejé Guair por mi Señor a través de él. Luego llegó a mis manos un libro llamado “Desde la obscuridad, hacia la luz” de Jampolsky, Gerald G.

Conforme leía éste libro crecía mi esperanza, pues después de tanto buscar, alguien que ni siquiera conocía; comprendía exactamente lo que me estaba ocurriendo, él hablaba de un Dios y de un enemigo que ansiaba destruirle. Tomé prestado a su Dios que aún no conocía y seguí avanzando. De nuevo era mi Señor, dándome rayos de luz por medio de Sus siervos.

Seguí esa luz guiadora y me llevó a un retiro espiritual en donde no existía la religión, solo siervos del Señor. En ese lugar luché por mi salvación, separando lo viejo de lo nuevo. Te lo digo de nuevo, el Señor es tan bueno y misericordioso que en ocasiones es anónimo con tal de salvarnos.

¿Qué te quiero decir con ésta historia? , te quiero decir qué no calles, te quiero decir qué compartas tu testimonio con todo el que lo necesite. Púes no sabes si quizás tu eres ese rayo de luz que necesita en las tinieblas. Te quiero pedir qué nunca menosprecies a un siervo del Señor por no compartir tus moldes, púes a él le ha tocado estar en otro frente; también sirviendo a tu Señor.

Te quiero pedir qué desates tu boca, púes quizás seas gran medio para mostrarles la roca.

Te quiero pedir qué no te detengas en tus proyectos, púes por más ilógicos e incompatibles que parezcan para la religión; pueden ser guía en la obscuridad, hacía la luz de nuestro Señor.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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