Oración ante la Adversidad – Brendaliz Avilés

Oración ante la Adversidad

prayer654Hola Dios y Rey de mi vida:

Te escribo porque quiero agradecerte tanto el que me ames. Hace un rato estuve platicando contigo en mi cuarto y pude hablarte tantas cosas que sentía y que se me hacía difícil expresar. Son esas cosas que guardamos tan adentro y que son tan íntimas y personales. En mi vida he pasado muchas pruebas y momentos difíciles, pero estos últimos meses han sido para mí algo increíbles y agotadores. Con todo y eso puedo decir Ebenezer, porque hasta aquí tú me has ayudado, has sido fiel y me has sostenido.

Ya todos están durmiendo en la casita pero quiero agradecerte tanto por mis padres y hermana. Ellos son para mí el regalo más grande que me has podido dar. Seguramente sin ellos no hubiera podido yo soportar tantas decepciones y momentos difíciles. Pero tú los tienes a mi lado para demostrarme que no estoy sola, que en ti yo podré vencer.

Blanton cantaba: “Cuando alzo mis manos tu me das la victoria. Cuando canto para ti hay libertad. Cuando pienso en tu grandeza yo siento tu presencia y al estar en tu presencia yo encuentro paz”. Verdaderamente en tu presencia hay plenitud de gozo. Ciertamente guardas en completa paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti ha confiado. Cuando uno siente ganas de gritar y dejarlo todo, todavía tú permaneces y pareces susurrar al oído: “no es el momento de detenerte, avanza”. Padre estoy creyendo con toda la fe del mundo que vas a intervenir. Todos estos días papi me ha dicho: “Brenda este es tu año, no te preocupes, confía”. Y tu sabes lo especial que para mí es mi padre, sí el lo dice, debe ser así aunque por momentos me quiera atacar la duda. Mami ha estado apoyándome y Nanice también.

He sentido un pánico tremendo, pero también en medio de ese sentimiento he recibido y percibido tu gloria.

Soy transparente ante ti. Tal vez te escrito aquí cosas que otras personas sienten, pasan o experimentan y no se atreven a expresarlo. Pero yo soy la voz que clama por mí y por ellos. Dame la serenidad para seguir esperando tu tiempo perfecto sin desmayar. Tú sabes que soy humana, me fatigo, canso y a veces mis fuerzas quisieran flaquear.

Pero nada puede apartarme de tu gran amor, no hay circunstancia más grande que tú, Supremo Rey y Señor de mi corazón.

Yo quiero decirte… Gracias, gracias, gracias por todo lo que haz hecho, haces y harás. Dame fuerzas y gracia.

En el dulce nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.

De quien te ama y se aferra más fuerte que nunca aún en la adversidad,

Brendaliz Avilés

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