En los malos momentos ¿seguiré confiando? – Juan Carlos Aguilera

En los malos momentos ¿seguiré confiando?

por Juan Carlos Aguilera

seguire-confiando“Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

Romanos 8:28

Dicen que después de la tormenta llega la calma; lo curioso es que muchas de las tormentas que pasamos al parecer dejan secuelas en nuestra vida que hacen de nosotros personas diferentes y no para mejorar sino que empezamos a vivir bajo miedo, temores y angustias. Sabemos que todo es para mejor, pero ¿cuánto lo asimila el “yo” interior de que los momentos que se viven es para el crecimiento y que aunque no parezca sigue la promesa que los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien?

Quiero en esta reflexión hablar un poco de Ezequías, hijo de Acaz; este fue un Rey que aunque su padre no había hecho lo recto ante Dios el sí pudo hacer la diferencia. Su reinado fue de reforma o mejor dicho para restablecer el servicio a Dios (2 Reyes 18:4-6), pero aunque se esforzó por hacer lo recto con todo el corazón delante de Dios de igual manera afronto una prueba y un peligro eminente de parte de sus enemigos (2 Crónicas 31:20-32:1).

Creo que muchos de nosotros nos podríamos sentir identificados con estos pasajes, ya que en todas la veces que intentamos hacer lo recto ante Dios y lo alcanzamos, de manera impresionante empezamos a padecer momentos fuertes y es ahí donde buscamos soluciones rápidas y hasta pensamos en hacer alianza con el adversario (2 Reyes 18:14), era prudencial lo que Ezequías hacia, pero Dios estaba a punto de enseñarle que no era como él pensaba que conseguiría la paz del pueblo que gobernaba; después de él intentar hacer alianza con los Asirios, ellos no se conformaron con el trato y vendrían con palabras que derribarían todas sus alternativas para la guerra poniendo a prueba la confianza en Dios de Ezequias al decirle en pocas palabras “Ni Egipto ni Dios te podrán ayudar en esta guerra” ya que en momentos de guerra Egipto era una potencia a la cual tentativamente el pueblo de Israel se desviaba para buscar ayuda dejando a un lado la palabra de Dios (Isaías 30:1-2 “ay de los hijos que se aparatan dice Jehová… Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca”; 31:1 “ay de los que descienden a Egipto por ayuda”) (2 Reyes 18:17-22,25)

Fue fuerte para el Rey este momento donde solamente la intervención de Dios podía hacer algo en medio esa dificultad tan grande.

Siempre el enemigo busca las maneras de dejarnos en angustia y derribar toda nuestra esperanza para de esta manera reducirnos a nada, y hacernos pensar que su poder es grande sobre nosotros y Dios no pudo hacer nada para salvar a su pueblo.

Pero cuando a Ezequías se le acabaron las alternativas fue al único que podía atender su causa (2 Reyes 19:1 “Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de Jehová”) y espero su respuesta sabiendo que el si era Dios y si las demás naciones no tuvieron socorro es porque sus dioses eran obras de mano de hombres (2 Reyes 19:17,18) y que Jehová podía salvarlo para la gloria de su nombre.

Dios intervino de una manera poderosa en esta dificultad, enviando la respuesta a su petición y aquella misma noche el ángel de Jehová salió y mato a todo el ejercito del rey de Asiria y el mismo rey fue muerto por sus propios hijos en el templo de su dios (2 Reyes 19:35-37).

Quiero que tomes en cuenta que en toda dificultad Dios tiene el control y cuando más fuerte parece ser, entonces es momento de enfocarse bien ya que Dios quiere mayor confianza departe de sus hijos. Sé que muchas de las dificultades parecen no tener un final feliz y te lo aseguro que para el rey Ezequías en aquel momento difícil no tenia solución aparente por no tener ninguna alternativa en su mano; sino la confianza en Dios.

Creo que hay que reflexionar a qué punto puedes confiar en Dios, al pasar por momentos fuertes y en circunstancia aunque no sepas de que manera Dios va a obra confiar que él tiene la solución y salida para todo; pero ¿estoy confiando? O solo de palabra digo ¿creo? Sabes, Dios siempre va hacer la diferencia en nosotros, nos ayudara a que nuestra confianza aumente y por ende tengamos paz.

Tengamos paz y estoy seguro que si le pudieras preguntar a Ezequías: ¿sabías que Dios te libraría de esa manera? El respondería: no, pero después de escuchar la respuesta que él dio a mi clamor si sabía que algo iba a hacer.
Si Dios permitió que tu leyeras esto se que probablemente necesitabas recordar que Dios va hacer lo que prometió que haría contigo y que nunca te va a dejar aunque las circunstancias ahora digan que todo va a salir mal, pero Dios no dice eso, sino que él está contigo siempre hasta el fin.

“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”

Hebreos 10:23

Escrito para: blog.vivoparacristo.info y www.devocionaldiario.com

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