Solo una vez más – Naty Cardozo

“Solo una vez más”

Recuerdo la primera vez que tuve que ingresar al jardín de infantes y, a pesar de que era muy niña lo mantengo grabado en mis pupilas.

Mi delantal, el peinado con dos gomitas en el cabello, una mochilita bien chiquita y la emoción de mis padres al ver a su primera hija dar nuevos pasos.

Pero su felicidad no parecía ser la mía.

Al llegar y ver muchos niños, padres, salas, colores, el miedo se apoderaba de mi. Mis papás  esperaban del otro lado del pasillo y saludaban muy alegremente  y yo preguntaba dentro de mí ¿Por qué me dejaban, que había hecho de malo para dejarme con gente desconocida y en un lugar desconocido?

Mis lágrimas habían comenzado a correr, pues era muy pequeña para poder entender y no comprendía que eso era parte de la vida y de comenzar a asumir nuevas responsabilidades.

Al transcurrir los días y las semanas, todo comenzó a cambiar y lo que me daba temor, ahora era un mundo lleno de aventuras y diversión.

¿Y acaso,  no nos pasa lo mismo siendo ya adultos?

La vida des ser humano es nacer, crecer y desarrollarse y en este proceso tendemos a enfrentarnos a decisiones que son indispensables para nuestras vidas, pero debemos de tomar valor para dar aquel paso y seguir hacia la meta.

Comenzar una carrera, conocer nuevas personas, ingresar por primera vez a un trabajo o cambiarlo por otro mucho mejor. Tomar la decisión de dejar nuestra familia para formar otra, un rumbo nuevo, lleno de incertidumbres y miedos, como si fuéramos niños.

Y reflexionando en esto, en nuestros temores, y decisiones, quiero centrarme en un versículo que hace poco llego a mis manos y que me hizo pensar una y otra vez y que hoy quiero compartir contigo.

 Jueces 16: 28.-Entonces Sansón oró: ¡Dios todo poderoso, fortaléceme y ayúdame solo una vez más! (NVI)

Aquí lo vemos a Sansón ya prácticamente al final de su vida. Su fuerza era un don de Dios y su fama se había extendido por toda la tierra.

Pero ahora ya no contaba con ella y a pesar de todo, él sabía que contaba con un Dios todopoderoso y encomendó en él su último ruego: ¡dame las fuerzas una vez más!

Atravesamos día a día cambios en nuestras vidas y estos cambios  están repletos de nuevos desafíos, de temores que nos quitan las fuerzas para poder  dar ese paso  que tanto anhelamos.

Nuevas puertas, nuevos cambios a seguir, temores, incertidumbres, por eso Señor: ¡Dame las fuerzas una vez más!

Cuando Sansón  pidió a Dios por este deseo, una nueva fuerza se apodero de él, y nos dejo el testimonio del obrar de un Dios que no mide circunstancias cuando uno de sus hijos lo necesita. Sansón clamo, el Señor obró.

Y estoy segura que hoy tienes que enfrentarte a muchas decisiones, que te llenan de miedo y paralizan y te entiendo, porque a mí me pasa igual, pero a ti clamo señor: ¡dame las fuerzas una vez más!

Él es quien nos llena de poder, quien pone en nosotros pies como el de ciervo y nos hace caminar por los lugares altos transformando todo lo imposibles en posible.

Mira, no tenemos la capacidad de ver mas allá, pero si tenemos los ojos de la fe, en creer en lo que no podemos ver, y a pesar que el siguiente paso este colmado de incertidumbres, confiemos que si estamos en Su voluntad ¡TODO ES PARA BIEN!

No te desanimes ni dejes que los “NO PUEDO” se apoderen de ti, porque Él esta como poderoso Gigante y te colmo de todas las fuerzas para derribar fortalezas y cumplir su voluntad en ti.

HAY MUCHAS PUERTAS NUEVAS POR ABRIR, NUEVOS DESAFIOS QUE ENFRENTAR, Y MUCHOS GIGANTES A QUIEN DERRIBAR ASI QUE, PIDAMOS JUNTOS:

¡DIOS, TODO PODEROSO, AYUDAME SOLO UNA VEZ MAS!

¡AMEN!

Autora: Naty Cardozo

Escrito originalmente para www.devocionaldiario.com  

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Share

Comparte:


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: