Tú que una vez conociste del Evangelio, vuélvete a Él – Marisela Ocampo O.

Tú que una vez conociste del Evangelio, vuélvete a Él

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Una cosa es escuchar el Evangelio y saber de Cristo, y otra muy distinta conocerlo, amarlo y seguirlo. Cuando a una persona le ha sido concedida la fe y la gracia en Cristo Jesús, Dios lo adopta como su hijo y no permitirá que nada ni nadie lo arrebate de sus manos.

Somos salvos por medio de la sangre que Cristo derramó en la cruz, Él pagó el precio por nuestro rescate y lo hizo una vez y para siempre; la gracia de la salvación es inamovible, aquel que pertenece a Cristo jamás se pierde. Aunque posiblemente volveremos a fallarle al Señor porque seguimos viviendo en este mundo y nuestra carne seguirá siendo tentada a pecar, ya no será lo mismo, pues sabemos que abogado tenemos en el cielo para recibir de su parte el perdón de los pecados. “Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo”. 1 Juan 2:1 (Nueva Traducción Viviente).

Los hijos de Dios estamos convencidos de que nada podrá separarnos del amor que Él nos ha revelado por medio de su Hijo Jesucristo, somos salvos por Él y para Él eternamente. “Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:39 (NTV).

Es triste ver personas retroceder y perderse en las concupiscencias de su corazón cuando una vez escucharon el Evangelio de Jesucristo y supuestamente se volvieron a Él; en lugar de perseverar en la justicia del Señor, decidieron dejarse envolver por los deleites pecaminosos que el mundo ofrece a su carne. Duele muchísimo ver a aquellos a quienes en algún momento viste adorando a Dios, inmersos en la oscuridad: en la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, la religiosidad, etc. en términos generales, en el mundo.

No me atrevo a lanzar ningún tipo de juicio en contra de estas personas, por el contrario, me da temor y temblor hablar de este asunto, pues nadie puede confiarse o asegurar que nunca le pasará lo mismo. “Así pues, el que cree estar firme, tenga cuidado de no caer”, 1 Corintios 10:12 (Dios Habla Hoy). Es doloroso ver a alguien que se decía cristiano volver atrás después de que Jesús le permitió experimentar una muestra de su amor, su gracia y su bondad. Aunque es difícil para mí entender el porqué, puedo comprender por la misericordia de Dios que Él en su soberanía obra de maneras inexplicables y cuando veo a una persona en esta condición lo único que puedo hacer, es rogar que lo que veo sea solamente parte del trato que Él nos da, que no permita que esta persona se pierda eternamente, que su misericordia le alcance y pueda tener la oportunidad de arrepentirse y volverse a Él para siempre, de manera radical. “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que Él tiene para ellos”. Romanos 8:28 (NTV).

Por otra parte, algo que me impacta y me genera indignación, es ver cómo hombres que se dicen “pastores” en lugar de ir en busca de estas ovejas perdidas pareciera que más bien se alegraran porque ya no hacen parte de sus congregaciones, de sus vidas. Me ha tocado ver personalmente como algunos de estos susodichos “pastores” se alegran de su desgracia en lugar de sentir tristeza y compasión porque estas ovejas se están apartando de Dios, me pregunto: ¿si aman a sus ovejas, si son verdaderos pastores del rebaño del Señor? “por sus frutos los conoceréis”, (Mateo 7:20), no sé cuál es el amor y la misericordia que dicen tener pero con seguridad un siervo de Dios no se comporta así.

Un servidor de Dios se duele de ver a alguien alejándose de Él… Varón, mujer, si este es tu caso te pido que reconozcas la necesidad que tienes del perdón de Dios, ríndete ante Él para que pueda habitar en tu corazón y puedas experimentar el nuevo nacimiento que se vive en Cristo Jesús. “Tú que una vez conociste del Evangelio, vuélvete a Él”, te insto a que te humilles delante del Señor y te dejes guiar por su Espíritu. No le des gusto a Satanás y a los que como él se agradan de tu desgracia; tu alma está en peligro, vuélvete a Dios, arrepiéntete y disfruta de una genuina relación con aquel que siempre está dispuesto a perdonarte, sanarte y ayudarte; te hablo de Jesús, el Hijo de Dios, tu verdadero pastor, quien nunca te dejará porque te ama incluso desde antes de formarte en el vientre de tu madre y ahora te lo está recordando.

Dios te está dando una oportunidad más y no sabemos si puede ser la última para que decidas volver a sus sendas; no te pierdas su amor, no te pierdas la dicha de estar a su lado y disfrutar plenamente de aquello que un día te permitió experimentar. Una vez te llamó y hoy lo está haciendo de nuevo para que te vuelvas a Él y le conozcas realmente, te está confirmando que no sólo has sido llamado sino también escogido para salvación y vida eterna en Cristo Jesús, no rechaces esta hermosa invitación. “Pues muchos son los llamados, pero pocos los elegidos”. Mateo 22:14 (NTV). Quizá lo que has vivido te ha servido para confirmar la gran e infinita misericordia que el Señor te tiene, es hora de volverte a Él y cumplir su voluntad.

“Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió”.

1 Juan 2:6 (NTV).

“Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios”.

1 Juan 3:9 (NTV).

¡Vuélvete a Dios, coloca tus ojos en su Hijo Jesucristo y sigue sus pasos!

Por: Marisela Ocampo O.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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