No puede haber un mejor lugar – Marisela Ocampo O.

No puede haber un mejor lugar

un mejor lugar

Sin importar las circunstancias que nos rodeen, independientemente de lo difíciles que puedan ser, alcemos nuestras manos ante Dios y demos gloria a su nombre en Cristo Jesús. Él en su maravillosa bondad e incomparable amor nos regalará de su gracia para que todo lo que hay a nuestro alrededor sea transformado por el poder de su Espíritu Santo. Descansemos en los brazos del Señor, dejemos que Él se ocupe de nuestros asuntos y en lugar de preocuparnos decidamos confiar en Él, en su soberanía, Él sabe qué es lo mejor para cada uno de nosotros, Él hará lo correcto en todo tiempo, su obrar siempre es perfecto.

Demos gracias a Dios por su bendita misericordia, porque a pesar de nuestras muchas faltas Él siempre está dispuesto a ayudarnos, aunque no merecemos nada de su parte en su generosidad inagotable nos proveerá aquello que Él sabe que necesitamos. Si una vez nos dio su Espíritu por el don de la fe en Jesucristo Señor nuestro, cómo no nos concederá lo que le pedimos conforme su voluntad. Él es bueno, amoroso, fiel y dadivoso; Él nunca nos defraudará y siempre podemos contar con su provisión sobrenatural.

No puede haber un mejor lugar para descargar nuestras necesidades que en el trono de Dios; ante el estrado de sus pies dejemos hoy cada una de nuestras preocupaciones, anhelos y peticiones. Humillémonos delante del Señor y esperemos pacientemente a que Él obre en nuestras vidas según sus propósitos. Aferrémonos a sus promesas y Él actuará. En todo tiempo, sea bueno o no tan bueno demos gloria y alabanza al nombre santo de nuestro Señor.

“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre. Busqué a Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a Él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en Él. Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová”.

Salmo 34:1, 3-8, 17, 19 (RV1960).

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

Filipenses 4:6 (RV1960).

 

“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”.

Filipenses 4:19 (RV1960).

¡Hoy me abandono en tus manos Bendito Jesús; mi Señor, mi Redentor, mi Salvador y mi Libertador!

Escrito por: Marisela Ocampo O.

Escrito para www.devocionaldiario.com

 

 

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