Toma tu Posición – Lucy Carmona

TOMA TU POSICION

por Lucy Carmona

Hace poco escudriñaba una vez más la historia de David y Goliat y ciertamente cada vez que leo esta gran historia, más Dios habla a mi vida. En esta ocasión, no quiero hablarte de la pelea de un guerrero contra un joven; sino de la manera que se vale nuestro Dios para obtener resultados positivos en nuestra vida y como Dios vuelca los supuestos fracasos nuestros en bendiciones para el resto de nuestra vida. David era el menor de 8 hermanos, pastor de ovejas, y por si fuera poco aparenta que no era hijo de la misma madre que sus hermanos; por lo cual eso lo llevo al anonimato entre familia. A pesar de la separación que sus hermanos habían hecho con él, David se refugió en el Señor.

Cuantas veces en medio de las vigilias de la noche me imagino a David hablando con Dios y adorando su Santo Nombre, de tal manera que se convirtió en un adorador conforme al corazón de Dios. Un día a Dios se le ocurrió que ese joven podía llegar a ser el Rey de Israel, ¡que ingenio tiene nuestro Dios! Por lo tanto, se le ocurrió incluirlo en la batalla más intensa que había tenido su pueblo y de la manera más interesante. Al llegar donde estaban sus hermanos y ver el oprobio que estaban ellos teniendo, David se despojo de su posición de pastor de ovejas y tomo el lugar de guerrero.

Me llama la atención la manera en que David reacciona ante la amenaza indescriptible de este gigante. Nunca presento miedo ni desasosiego. En todo momento fue dueño de la situación y declaro la palabra de victoria, aun antes de comenzar la guerra. David dijo: “¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?” Observemos la confianza plena en el Señor y sobre todo su identidad.

Muchas veces se nos olvida a quien servimos y el enemigo toma ventaja quitándonos el instinto de guerreros que tenemos; preferimos seguir la rutina y el conformismo. Dice entonces la Biblia:” Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo”. No utilizo armas sofisticadas ni armamento bélico alguno, simplemente porque confiaba en “el Dios de los escuadrones de Israel”.

Las cinco piedras lisas simbolizaban la fe. Vemos en el desenlace de esta historia como el filisteo trato de desmoralizar a David diciéndole muchos improperios; esa es una de la armas del enemigo. Restarnos valor y meritos y hacernos sentir que estamos solos, que nadie nos quiere, que no valemos ni servimos para nada.

Pero hoy Dios te vuelve a recordar tu valor, tu llamado, y tu ministerio. Debes tomar la posición de hijo de Dios y decirle al enemigo como dijo David: “Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel “.

Termino diciéndote que tu batalla no está perdida, debes tomar tu posición de guerrero y salir al campo de batalla; ten confianza en el Señor y veras cuan grandes cosas Dios hará contigo. NO TE RINDAS. Recuerda que quien te ha llamado y pelea por ti es el Señor.

¡Toma tu posición!

Escrito para: www.Devocionaldiario.com

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