Creí por lo cual hable – Lucy Carmona

CREÍ POR LO CUAL HABLE

“Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”. 

2 Corintios 4:13 

Cuando el Apóstol Pablo escribió esta expresión estaba hablando de una actitud de fe, a pesar de las dificultades de la vida;  esa misma fe que lo ayudo a no desmayar cuando la prueba era mas ardua.  Cuando confesamos con nuestra boca acerca de nuestra fe, esto nos lleva a tomar control de la circunstancia que nos rodea.  La Palabra de Dios esta repleta de expresiones de esta naturaleza tales como la que dijo el Salmista en el Salmo 118:17 “No moriré, sino que viviré y contare las obras del Señor”.  Cuando estamos completamente seguros y confiados en el Señor, no importa la prueba mas tortuosa podremos salir airosos.  Nuestra actitud es bien importante en toda situación.  Debemos ser optimistas! Que ninguna tribulación sea capaz de hacernos dudar del poder de Dios.  Es interesante que lo que esta porción de la Palabra nos sugiere, debemos poner nuestra mirada en lo eterno aunque no lo veamos.  Los ojos de la fe y las palabras que nuestra boca declaran tienen más poder que lo que nosotros vemos.  Es por eso que el Apóstol Pablo hablaba de lo que creía y no lo que veía como lo declara en 2 Corintios 5:7  “Porque por fe andamos, no por vista”.

Lo que hablamos es indicativo de lo que poseemos en nuestro ser interior; la voz de la fe será el vehículo que usemos para proyectar lo que creemos, vivimos y profesamos.  Si siempre estamos utilizando palabras de tristeza, dejadez, de negativismo, eso mismo se apoderara de nosotros.  Por el contrario si nuestras palabras están cargadas de agradecimiento a Dios, de expectación en sus promesas y en su palabra; estemos seguros que Dios no tardara en venir en nuestro auxilio. Posiblemente con nuestros ojos naturales veamos un futuro incierto, lleno de situaciones sin aparente solución, males sinnúmero y preguntas sin respuestas.  Ante este escenario debemos recordar las promesas que Dios ha hecho a su pueblo: “no te dejare, ni te desamparare”!

El Apóstol concluye este capitulo 4 con una expresión de excelencia: 17-18  “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;  no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”

Autora: Lucy Carmona

Escrito para: www.devocionaldiario.com


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Share

Comparte:


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: