Un Aguacero, un café – Lady Ruiz

UN AGUACERO, UN CAFÉ

por Lady Ruiz

taza-de-cafe¡El comienzo de un día hermoso!…… El Espíritu Santo sonriéndote y empujándote a salir de la cama, exclamándote dulcemente ¡Buenos días!, te inclinas y saludas a Papá, El sol resplandeciente estirando sus rayos al cruzar la mañana, el aire que llena tus pulmones del aroma a un nuevo día, el color verde que adorna la tierra te inspira a trotar y el tiempo que no se detiene…

Llegas al trabajo y los buenos días de compañeros animados no se hacen esperar otro motivo para sonreír y continuar por que el tiempo va sin detenerse…

Corren los minutos y el sol se ha postrado en medio del día, su calor ya no es tan apacible pues su fuego arde con tenacidad a veces llevándote al límite y sofocándote sin par; llega un trabajo para entregar, luego otro y otro más, te olvidas de tu estómago y solo lo recuerdas cuando empieza a protestar, y qué crees…. el tiempo es atleta siempre corriendo está.

Sudor corre por la frente y el agite aparece para incomodar, otro trabajo aquí, otro trabajo allá y el jefe a punto de estallar pues inesperadamente algo salió mal, cambia el curso del sol y empieza a dormitar, de tantos inconvenientes has resuelto uno extendiendo tu horario unas horas más y cuando por fin te dispones tu oficina cerrar se desprende del cielo un aguacero torrencial.

Con el sol resplandeciente en la mañana no se te ocurrió pensar que todo podría cambiar; no tienes auto y tu billetera vacía esta, ni modo tienes que caminar; mientras transitando hasta tu casa vas, charcos yacen en tus zapatos y como tratando las gotas esquivar, de salto en salto en la puerta de tu casa estas….

¿A QUIEN NO LE HA PASADO COSA SIMILAR?

Muchas veces vivimos momentos parecidos, pues no sabemos que pueda pasar al transcurso del día y por más que tratemos de estar preparados par lo que venga, las circunstancias a veces nos hacen tambalear.

Habrá quien llegue refunfuñando a casa, habrá quienes llegan con el cansancio al hombro y lo inviten a dormir, habrá quien llegue con preocupación por que sus zapatos sufrieron inundación…..

Pero habrá quien lo asimile de manera diferente, el que estuvo cantando mientras la lluvia empapaba su traje, temblando por el frío entró a su casa y con una sonrisa titilante disfruta una gran taza de café, percibe su aroma y respira hondo…. con el primer traguito que da, brinda con Dios, le da gracias por llevarlo con bien y seguidamente confiado en sus brazos descansa.

“¡Dios, Dios mío eres tú!, ¡De madrugada te buscaré!, con labios de júbilo te alabará mi boca, cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche, en la sombra de tus alas, me regocijaré”.

(Lee todo el Salmo 63 RV/60).

Invitar a Dios a disfrutar de un nuevo día contigo. ¡VALE LA PENA!

Él MARCA LA DIFERENCIA

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Escrito para www.devocionaldiario.com

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