Nunca es tarde para volver a empezar y retomar tu camino

por Karla González Núñez

“…he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años, Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, para salir y para entrar, Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día…”

Josué 14:10-12.

Hoy quiero compartir con Ustedes la Historia de Caleb, quien fue escogido de la tribu de Judá para ser su representante entre los doce espías que fueron enviados por Moisés según mandato de Jehová para que reconocieran la tierra de Canaán (Tierra prometida) (Números 13,14).

Al volver de la tierra que exploraban, diez de los espías que habían sido enviados dijeron a Moisés que ciertamente era una tierra donde fluía leche y miel, pero que sin embargo el pueblo que habitaba aquella tierra era fuerte, con ciudades fortificadas y que era habitada por gigantes (Hijos de Anac), y según ellos a su parecer eran como langostas ante los gigantes.

Pero Caleb habló al pueblo diciendo que tomarían posesión de la tierra, por que sin duda podrían más que los gigantes, Si Jehová se agradaba de ellos los llevaría a la tierra prometida y se las entregaría; Por tanto, no debían ser rebeldes contra Jehová, ni debían temer porque Jehová estaría con ellos.

Pero como siempre la dureza del corazón del hombre hacían que desconfiaran de Jehová, por tanto ninguno de los que vieron la Gloria de Jehová en Egipto y en el desierto entrarían a la Tierra que Dios había Jurado a sus padres, por tanto vagarían cuarenta años por el desierto hasta que murieran los de 20 años arriba que habían murmurado contra Jehová.

Solamente entrarían Josué y Caleb, por cuanto ellos decidieron ir en pos de Jehová por tanto ellos y su descendencia tendrían posesión la tierra.

Cuando llego el momento de tomar por heredad la tierra de Canaán, vino Caleb a Josué recordándole lo que Jehová había dicho a Moisés a favor de él (Josué 14-7). En ese entonces caleb era de 40 años de edad habiendo pasado 45 años más desde que Moisés Juro diciéndole “Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.”

Era entonces caleb de edad de 85 años cuando dijo a Josué: “Aún estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió, Como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, tanto para salir como para entrar, Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho”.

Sabes así como Caleb a sus ochenta y cinco años de edad conquistó el Monte que Dios le había prometido, así mismo tu puedes lograr alcanzar los planes que Dios tiene para ti, quiero decirte que aun no es tarde para que retomes el llamado de Dios, para que conquistes todas las promesas que Dios te ha dado, para que empieces a trabajar en tu Ministerio, Aun estas a tiempo, aun eres joven, y sobre todo si pones tu confianza y esperas en Dios el te dará las fuerza para conquistar y lograr lo que Dios quiere de ti.

Tal vez últimamente en estos días has pensado rendirte, has pretendido renunciar a tu ministerio y a tu llamado, quieres dejarlo todo porque simplemente estas cansado de luchar con lo mismo, de emocionarte y buscar la presencia de Dios pero al cabo de los días vuelves a la misma rutina, pero yo quiero decirte que Aun puedes cambiar tu Historia, aun puedes volver a comenzar y conocer verdaderamente la grandeza de Dios, darle lo que él quiere de ti y lograr lo que quiere hacer en ti, Aun puedes llenarte de su dulce presencia y entregarle tu vida entera.

No escuches a las personas que quieren destruirte, que quieren apagar tu fe, diciendo que tu ya no cambias, que ya esta tarde para seguir adelante, que no puedes predicar, que no puedes cantar, que no puedes servir en la obra de Dios, ¡No! Ya basta de prestar atención a comentarios que solo hacen daño, aprende a esperar en Dios, a conocer su voluntad, no te rindas!.

Nunca es tarde para volver a empezar y retomar tu camino, aun es el tiempo que Dios ha preparado para restaurar tu vida.

¡Esfuérzate y se Valiente, No te rindas!

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Escrito para: www.devocionaldiario.com

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