¿Un Corazón Sin Palabras ó Palabras Sin Corazón? – Jonathan Avila

¿Un Corazón Sin Palabras ó Palabras Sin Corazón?

por Jonathan Avila

alaba-a-dios“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”.

Juan 4:23

Hoy me encontré con una frase de Lamar Boschman que dice “Cuando yo adoro prefiero que mi corazón se quede sin palabras a que mis palabras se queden sin corazón”. Esta frase me hizo pensar en la actitud que nosotros tenemos en los momentos de alabanza y adoración.

Esta frase nos habla de dos actitudes que podemos tener al presentarnos ante Dios. Ambas actitudes las he visto en mucha gente en las oportunidades que he tenido de dirigir la alabanza. La primera actitud es aquella de sinceridad, gratitud, y devoción. La segunda actitud es aquella de tradición, de apatía, e insensibilidad.

“…Prefiero que mi corazón se que sin palabras…” Esta es la actitud de una persona con un gran deseo de poder expresar su agradecimiento y admiración hacia su Dios. Al pensar en esta actitud me recuerda de las palabras de nuestro Señor Jesus en Juan 4:23 “La hora es cuando los verdaderos adoradores adoraran en espíritu y verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Dios se deleita en esas personas apasionadas por el, que se acercan con acción de gracias ante su presencia. Cuando alguien se acerca a Dios en adoración con la actitud correcta Dios se acerca a el y cuando la presencia de Dios se manifiesta todo aquello que va encontra de su naturaleza y espíritu tiene que huir.

“… a que mis palabras se queden sin corazón.” Puedo decir que esta actitud esta muy presente en medio de muchas personas. Cuando mis palabras se quedan sin corazón, es cuando lo que sale de mis labios no tiene sentimiento, no tiene pasión. En algún punto de nuestras vidas nos hemos topado con personas que nos dicen que son amigos, que nos aprecian, pero tu sabes al instante que son palabras que se las lleva el viento. Así pasa con frecuencia en los momentos de alabanza y adoración, muchos cantan, muchos aplauden, es mas hay muchos que ni aplauden, ni cantan, ni cierran los ojos, ni dan muestras de expresión a Dios. Cuando nuestras palabras se quedan sin corazón es cuando entramos en rutina, cuando vamos a la iglesia por costumbre solamente corremos el gran peligro de entrar en un estado de apatía e indiferencia. Porque esto es un peligro para nuestra vida espiritual? porque nos perdemos de el deleite de disfrutar y estar en la presencia de Dios.

Amigos, estoy de acuerdo con lo que dice Lamar, “Prefiero que mi corazón se quede sin palabras”, que mi lenguaje humano se acabe pero no mi pasión por Dios, que mis expresiones de adoración se acaben, pero mi amor por Dios.

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www.jonathanavilamusic.net

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