Volviendo a Casa – Hefzi-ba Palomino

VOLVIENDO A CASA

En la casa de mi Padre muchas moradas hay;  Si así no fuera, yo os lo hubiera dicho;  Voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

Juan 14.2

Hace poco regrese de vacaciones de mi país a donde fui por un par de semanas y a pesar de que la pase muy bien visitando mis viejas amistades, mi ciudad y mi país, me sentí estupendamente bien, tranquila y segura, cuando de nuevo toque tierra de regreso a casa, di gracias a Dios por traerme con bien,  de regreso a casa.

No hay como estar en casa y poder dormir en tu camita y comenzar a ocuparse de todos tus asuntos; todo esto me hizo pensar que de la misma manera que todos somos también visitantes en esta tierra y aunque la pasemos muy bien, nos divirtamos y apeguemos a todo lo que somos y tenemos, incluyendo familia, hay un lugar a donde todos tenemos que ir cuando nuestro viaje terrenal termine y ese lugar, no es un lugar cualquiera; es nuestro hogar celestial, donde vamos a sentirnos tranquilos, seguros, confiados, felices y gozosos, de regresar – a casa – con nuestro Salvador, Jesucristo.

Este tema toma especial relevancia en estos tiempos en que nuestro mundo necesita desesperadamente de Cristo, del Salvador, de Jesús y digo desesperadamente porque vemos como a diario se pierden vidas, se quiebran y resquebrajan familias, por la locura, la imprudencia, la codicia y la ignorancia o desconocimiento de Dios.

Estamos en Navidad y es muy lindo hacer pesebres, arboles de Navidad, intercambiar regalos y comprar cosas que ni siquiera necesitamos verdaderamente, olvidando muchas veces que La Navidad es Jesús; es la llegada del Salvador del mundo; es el renacer de la esperanza; es celebrar y dar gracias al Padre de Las Luces, por enviar la luz que es Jesucristo, a un mundo violento sumido en las tinieblas, la maldad, la codicia y la mentira.

Quisiera en primer lugar, si Dios nos lo permite, ver la cara de vergüenza y decepción de todos los que pronosticaron y se prepararon para el “Apocalipsis-Maya”  o el supuesto fin del mundo o comienzo de una nueva era, a partir del 21 de Diciembre y en segundo lugar,   es muy triste llegar y encontrarme que hasta los niños de primaria, andan preguntando si es verdad que el mundo se va a acabar. Quiero invitarlos a todos a celebrar la verdadera navidad con el nacimiento de Cristo en nuestros corazones;  porque el nacimiento de Jesús, el motivo de la navidad,   fue realmente lo que  cambio la historia de la humanidad y partió la historia en dos: antes y después de Cristo.

Que tengamos una feliz navidad; que Cristo nazca, crezca y se fortalezca en nuestros corazones y que podamos regocijarnos en el Dios de nuestra salvación, aun en los momentos mas difíciles de la existencia humana, porque nuestro Salvador vino a este mundo a rescatarnos para que un día, podamos volver a casa, al lugar que Dios esta preparando para nosotros y a confiar en El y en su palabra, porque según el mismo Jesús lo dijo, ni los ángeles saben el día y la hora del fin del mundo, solo el Padre, lo sabe y si hay algo que el quisiera que supiéramos, nos lo habría hecho saber.

 En Jesús se cumplieron las profecías, las promesas y el amor incondicional de Dios y de la misma forma en que todo se ha cumplido, se seguirá cumpliendo su palabra y aun falta mucho por llegar y pasara lo que tenga que pasar; nada se sale de la voluntad de Dios y para Dios, el Apocalipsis, mas que un final, es un nuevo comienzo; es el volver a casa para muchos y la promesa de una nueva vida, de una nueva tierra, de un nuevo despertar, de un nuevo orden, un nuevo sistema de equidad, de amor; momentos de rencuentros con seres queridos, eliminación del dolor, de la enfermedad y de la muerte.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ellas escritas; porque el tiempo esta cerca.

Apocalipsis 1:3

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

 

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