¿Que quieres de mi, tu oh Dios? – Hefzi-ba Palomino

 ¿QUE QUIERES DE MI, TU OH DIOS?

“Porque misericordia quiero y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.”

Oseas 6:6

A propósito del año nuevo y los buenos propósitos que siempre hacemos cuando iniciamos uno, me parece que es un buen momento para que en nuestros propósitos incluyamos también a Dios;  creo que es un buen momento para que nos preguntáramos que  quiere  Jesús de nosotros? Quizás tenemos algo que  cambiar? Tal vez El quisiera  que dejemos de prometer lo que no podemos cumplir;  siempre le estamos diciendo a Dios lo que nosotros queremos, pero alguna vez le hemos preguntado: ¿Tú que quieres de mí?

Bueno pues yo si quiero hacerlo y además quiero invitarte a que lo hagas, con un corazón sincero, contrito y humillado y además estoy segura que Dios nos respondería: “Porque misericordia quiero y no sacrificio y conocimiento de Dios mas que holocaustos” como se lo manifestó al Profeta Oseas.

Por tanto, esforcémonos en comprender el significado profundo de sus palabras; misericordia es sinónimo de benevolencia, benignidad, bondad, compasión, gracia y  amor; también  es perdón,  generosidad y  amabilidad, pero ninguna de estas cualidades pueden florecer en nuestro interior, si tenemos un corazón duro, si somos inflexibles, demasiado estrictos  o rencorosos y no queremos perdonar.

Dios nos ha dado el Espíritu Santo y con El, el poder de amar y de perdonar verdaderamente, si no lo hacemos no es porque no podamos, es porque no queremos y esto, permíteme decirte que es grave, muy grave… Jesús nos enseño el mayor amor por medio del sacrificio de su propia vida y sin amor como podríamos tener misericordia?  Como podríamos perdonar?

Recordemos la historia del Buen Samaritano (Lc. 10.25-37) y como de una u otra manera, todos los libros de La Biblia, giran alrededor del  Padre, de su amor y del Mesías. (Jesucristo), Dios es amor y finalmente el amor es el  mandamiento que nos dejo nuestro Salvador para protegernos, pues el amor es la fuerza mas poderosa del mundo y quien ama, Dios esta en el y Dios lo guarda.

El ser demasiado estrictos, inflexibles o duros nos inhabilita para experimentar el maravilloso amor de Dios y la bendición de conocer y expresar el verdadero amor, que finalmente es lo que sanara nuestra mente y nuestro corazón.

El ser misericordioso con otros, permitirá que nosotros alcancemos misericordia frente al trono de Dios, pues como fue dicho: Con la misma vara que medimos, seremos medidos también.

La segunda parte de este versículo habla de “Conocimiento de Dios mas que holocaustos”. Esforzarse en conocer mas de Dios, de su Palabra, es más importante que los holocaustos, aunque estos ya no tengan las características antiguas, cuando se sacrificaban animales en honor al Creador; los holocaustos modernos son “nuestros sacrificios” a nuestros propios ojos, en ocasiones el no perdonarnos a nosotros mismos y creer que merecemos sufrir por algo, justificar el sentimiento de culpa en vez de erradicarlo de nuestro corazón; es querer “ayudarle” a Dios y hacer el bien, según lo entendemos y no de acuerdo a la Verdad y a la Palabra de Dios, es hacer promesas que nunca se cumplen; nosotros lo sabemos y sin embargo seguimos haciendo promesas y propósitos, como si fuéramos dueños de nuestra vida.

Si conociéramos mas de  Dios y comprendiéramos su amor, toda la estructura de mentira sobre la que esta construida nuestra mente, se vendría abajo y solo aceptaríamos el amor de Dios  para restaurar, reconstruir nuestra vida desde sus cimientos, desde la raíz misma de la verdad fundamentada en Cristo Jesús, en el único camino, la verdad y la fuente de la vida.

El Conocimiento de Dios solo proviene de dos fuentes: La Palabra de Dios y La revelación directa de Dios, que es la voz de Dios y que solo puede escucharse cuando miramos en nuestro interior, meditamos en nuestro Señor y buscamos su presencia.

La consecuencia de una vida conforme a la voluntad de Dios, que se esfuerce en vivir conforme Él quiere que vivamos,  se refleja en estas palabras de Jesús:

“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.”

Mateo 6:33

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Share

Comparte:


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: