Gracias Dios por todas tus Bendiciones – Hefzi-ba Palomino

Gracias Dios por todas tus Bendiciones

por Hefzi-ba Palomino

Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Salmo 103.1-2

Créanme que no es fácil recitar este bellísimo Salmo especialmente después de pasar una noche donde por problemas de digestión y/o azúcar, no pude conciliar el sueño hasta las 4:00 a.m. y tuve que levantarme a las 8:00 a.m. a cumplir con mi trabajo, porque soy una persona responsable y no pude quedarme en la cama como hubiera querido.

Creo que El Señor me levantó hoy con el automático puesto, pues mis neuronas y claridad mental apenas están empezando a despertar y aunque siento un poquito de sueño, siento que Dios esta conmigo y me sostiene de su mano derecha.

Anoche mientras luchaba con el sueño y la incomodidad de conciliarlo, solo podía pensar: “Dios mío, ayúdame y gracias porque esto también pasará” y como se que todo, absolutamente todo es Tu voluntad perfecta, si no quieres que yo duerma esta noche, es porque tienes algún propósito: “Si esta es tu voluntad Dios que yo no pueda dormir, ayúdame a aprovechar este tiempo para orar, como si velara toda la noche, conforme dice tu palabra” y mi oración fue por prácticamente por todo el mundo que está tan necesitado de Dios y de su amor; Por los Estados Unidos y tanta gente que necesita que Dios les haga justicia, por México y el dolor de sus muertos, su violencia y los jóvenes que se enrolan en sus filas siendo apenas unos niños, por Colombia, que El Señor pare las lluvias y las inundaciones y toda la gente que ha perdido sus casas y propiedades, sean ayudadas, por Centro y Sur América y por el resto de la tierra; por los enfermos, los huérfanos y las viudas, los pobres que no cuentan con recursos para afrontar los problemas y dificultades que produce la naturaleza cuando se desequilibran sus fuerzas y produce inundaciones, terremotos, tornados y huracanes, por la tierra que algunas partes no da sus frutos, por los niños que padecen de enfermedades terminales como el cáncer y sus familias, para que El, en Su poder y misericordia, tenga piedad de ellos y pronto se encuentre una cura y en general por toda la tierra y sus habitantes.

Y es que a veces cuando todo anda bien en nuestra casa y en nuestra vida, nos olvidamos que hay otros que sufren y que necesitan de nuestras oraciones y solidaridad y nos olvidamos hasta de nuestra propia fragilidad y nos acordamos de orar solo cuando necesitamos de Dios, pero debemos hacerlo siempre, de día, de noche, al levantarnos, al mediodía, al acostarnos, agradecer y dar gracias por todo, porque nuestra vida está en sus manos y de El viene toda buena dadiva, todo don perfecto, toda bendición, pero también, toda prueba, dificultad y enseñanza para bien y fortalecimiento de nuestro Espíritu.

Después de orar, comencé a invocar la Palabra de Dios, comenzando con este hermoso salmo y diciéndome: “Bendice alma mía a Adonaí y no olvides ninguno de sus beneficios, El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como las águilas” y declarando luego la palabra de Dios, diciendo: Tu Palabra dice:

Que en tus llagas fuimos todos sanados, Jehová Rafá (El Señor es Mi sanador)

Todas mis enfermedades están clavadas en la cruz y soy nueva criatura en Cristo.

El Señor es Mi Pastor y que nada me faltará.

Tu Palabra es lámpara a mis pies y lumbrera en mi camino y salud a mi cuerpo.

Que en leer y obedecer Tu palabra hay gran galardón.

Que Tu eres mi sanador, mi Redentor y quien levanta mi cabeza.

Que Tú me sostienes de Tu mano derecha y que hasta mi vejez me sustentaras.

Y otras que no recuerdo porque me quede dormida, pero si es importante que sepas que al final de cada sentencia le decía a Dios “Y reclamo esta palabra para mí, aquí y ahora, en el precioso nombre de Jesús, Mi Salvador, amen”

Tal vez este devocional sea algo tonto, pero yo siempre envío mis devocionales este día y hoy no tengo más que decir que compartir esta experiencia, porque tal vez llegue a alguien que la esté necesitando y sirva para bendecir otros y porque me he propuesto que mientras El Señor me siga bendiciendo con trabajo y salud y dándome vida, yo voy a seguir siendo fiel con todo lo que El Señor ha puesto en mi mano para sembrar, bendecir y ayudar a mis amados hermanos en la fe, porque somos una gran y hermosa familia y siento que aunque no nos conozcamos, Dios nos mantiene unidos en un mismo sentir y Espíritu de amor, consuelo y esperanza. Porque Dios desea bendecirnos, que seamos prosperados y que tengamos salud, pero también nos demanda que oremos por otros con amor y deseo sincero de que sean ayudados, bendecidos y provistos en todas sus necesidades y sobre, es anhelo de Dios que todos, andemos y vivamos en Su verdad.

Amado, ruego en oración que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

3 Juan 1-2

Escrito para www.devocionaldiario.com

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