El factor D de Dios – Hefzi-ba Palomino

EL FACTOR D-de DIOS

El-factor-D-de-Dios

“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.”

Juan 15:4-5 Nueva Versión Internacional (NVI)

A pesar de que existen varios significados de lo que es un factor, para nuestro caso, tomare el siguiente: “factor s. m. 1   Elemento o circunstancia que contribuye, junto con otras cosas, a producir un resultado: el ejercicio físico es un factor decisivo en la calidad de vida. “  Ya que el Factor D, de Dios, es la presencia que necesitábamos en nuestra vida para producir lo que actualmente somos; pueda que aun estemos siendo perfeccionados como humanos, que aun cometamos muchos errores, nos equivoquemos y que el Espíritu Santo aun tenga que trabajar duro en nosotros para limpiarnos, sanarnos y  restaurarnos,  pero lo que es verdaderamente importante, es que aun sin merecerlo, siendo como somos, Dios nos amó, nos ama, está con nosotros, es ahora una parte nuestra y nosotros una parte de Él; conforme a este versículo, somos uno solo, Él es la vid, nosotros las ramas y además prometió nunca dejarnos.

Yo esta semana me siento muy afortunada de ser parte del cuerpo de Cristo, pues no puedo ni siquiera imaginarme que sería mi vida, que clase de persona seria, que sentiría, qué pensaría, que haría para ganarme la vida y mucho menos, adonde iría cuando tenga que abandonar este cuerpo.

Y esto me llega después de ver esta semana una secuencia de 4 videos realizados por Stephen Hawkings, titulados – Dentro del Universo, por Stephen Hawkings – donde habla desde la posibilidad de hallar vida en otros planetas, la posible existencia de extraterrestres, las dimensiones del universo y como se formaron las galaxias, nuestra galaxia, las tres dimensiones, el tiempo, los viajes al espacio, y la tecnología actual que tenemos en la tierra, el Big Bang (la creación del universo por una gran, primera y expansiva explosión). En la realización de un trabajo maravilloso, su obra comparable a la de un Einstein que me hicieron pensar, cuan brillante la mente de este hombre y  cuanta sabiduría, encerradas en un cuerpo invalido, en el que no puede mover sino los músculos de sus ojos, ni siquiera su boca, pues habla con la ayuda de un computador, gracias al desarrollo de nuestra ciencia y tecnología.

Yo me preguntaba, o mejor dicho,  le preguntaba a Dios, como un hombre con tal inteligencia y capacidades, estaba postrado en una silla de ruedas? Y ahora estoy convencida que al igual que a  muchos hombres y mujeres celebres y brillantes que hemos conocido según la historia, les ha faltado este importante factor en sus vidas: Dios. Es un factor importante y esencial, para producir resultados diferentes en nuestra vida, en nuestras investigaciones, en nuestra ciencia, en todo.

Sin el factor Dios, solo podemos alcanzar resultados limitados, pero por el contrario, con Dios,  todos los interrogantes se resolverían, todo encajaría perfectamente dentro de la ciencia, la sociedad, la religión, la creación etc. Y cómo es esto? Formulándonos otras preguntas, pero esta vez,   incluyendo a Dios, dándole el crédito al que realmente se lo merece; desechando de una vez por todas que somos producto del azar, creados por accidente o productos de la evolución. Preguntas como:

  • ¿Quién creo el Big-Bang?  R/ Dios.
  • ¿Quién creo a Dios? R/Dios se creó a si mismo
  • ¡Ah! Que como es eso posible? Sencillamente porque El,  Es Dios.

Y para probar mi teoría, hice memoria de los principales personajes de La Biblia y los resultados que obtuvieron, solo después de considerar y aceptar a Dios en sus vidas, obedecerlo y seguirlo; pero  también puse en perspectiva  que hubiera sido de sus vidas y de la historia de la humanidad, sin el Factor Dios. Con seguridad tendríamos una historia muy diferente.

Pensemos en Moisés, José en Egipto, en Abraham, en Daniel y sus amigos, en Ester, en María, en Josué, en el Rey David, en el Rey Salomón, los profetas, Jesús mismo, los apóstoles, etc.. ¿No giraban todas las vidas de estas personas alrededor de Dios, de tal manera que las consecuencias de sus actos, hacen que hoy seamos lo que somos, impactando nuestras vidas y extendiéndose hasta la eternidad?

Y para incorporar este importante factor en nuestra vida, no necesitamos de sofisticados aparatos, computadores, ciencia o tecnología; solo necesitamos abrir la puerta de nuestra casa, e invitar a Jesús a entrar en ella, arrepentirnos de nuestros pecados, tener fe, seguir y obedecer a Jesús y vivir cada día, sabiendo que ya no estamos solos, sino que Dios está con nosotros.

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com  

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