Cada día trae su propio afán – Hefzi-ba Palomino

CADA DIA TRAE SU PROPIO AFAN

“Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a  cada día su propio mal”.

Mateo 6:34

Este devocional de hoy es como la continuación del anterior que hablaba de renovar nuestra mente, pues en realidad el mayor inconveniente que tenemos para aquietar y relajar nuestra mente, son las preocupaciones, sin embargo, he comenzado por el final de este hermoso capitulo,  con el fin de que podamos tenerlo como un punto de partida o de referencia y podamos comprender la importancia del mensaje de Jesús.

Podemos descubrir desde el Capitulo 5 de San Mateo (comenzando con el Sermón del Monte) y continuando con este Capitulo 6,  que Jesús esta definiendo, sintetizando y resumiendo nuestra espiritualidad y relación con El, con nuestro Padre Celestial, con el prójimo, con la ley y la justicia, con nosotros mismos, nuestro carácter, y nuestro destino futuro; podemos ver que Jesús realmente es hombre y  Dios y no solamente nos conoce, sino que conoce todo por lo que pasamos, porque El también lo paso, conoce lo efímero de la existencia humana y conoce todo,  hasta el final de los tiempos y  aun lo que será mas allá. Jesús conoce el camino, pues El mismo es ese camino y sabe que como humanos nos preocupamos, sufrimos, somos frágiles y  vulnerables, pero también sabe que unidos a El, somos fuertes e invencibles, que vivimos por fe y que nuestra vida realmente  tiene un propósito, que a lo mejor no todos estamos cumpliendo.

Antes de este versículo, casualmente, nos esta llamando a buscar primeramente el reino de Dios y su justicia y nos promete que todo lo demás que nos preocupe, lo tendremos también por añadidura, es decir, que el premio mayor es El y lo demás son simplemente premios de consolación o secundarios, pero a veces nos olvidamos del tesoro que tenemos en los cielos y nos preocupamos y esforzamos demasiado por “las añadiduras”, al punto que casi hemos invertido sus palabras y queremos primero las añadiduras en esta vida  y luego el reino de los cielos, quizás en la otra; se nos olvida que seguir a Jesús es también experimentar dolor, sufrimientos, separaciones, perdidas y  fracasos y hasta la muerte de lo que conocemos y vivenciamos como nuestro propio “YO”. Y que todo esto Él lo permite para sensibilizarnos hacia el “ser humano” como vive, como sufre, como padece y cuanto necesita de Dios.

Yo misma muchas veces no alcanzo a entender la magnitud de estas palabras, pero si se con absoluta firmeza que quiero aferrarme a sus palabras, ponerlas por obra, aprender a vivir cada día, sin preocuparme tanto por el mañana, con fe y con la confianza y mi esperanza puestas en El, de que sea cual sea el mañana, Dios esta obrando en mi vida y en tu vida y que Su Espíritu Santo tiene el poder de transformar vidas, de construir, de restaurar, de mejorar, de bendecir, de sanar y que nuestro futuro, tal vez es mucho mejor de lo que aun nosotros podemos imaginar.

Con o sin añadiduras, ya tenemos lo más importante que es a Jesús mismo en nuestra vida, en nuestro corazón, tenemos su paz, su amor, su perdón, su palabra, sus promesas y la vida misma,  en sus manos, de donde nada ni nadie podrá separarnos, pero no nos quedemos con este tesoro escondido solo para nuestra propia comodidad y conveniencia, el mundo necesita también de El y somos llamados a ser sus testigos, su voz, sus manos, su boca, pues pies.

Como lo dijo nuestro Jesús, El Padre todavía trabaja y esta trabajando en cada hogar, en cada criatura, en cada persona que invoca su nombre, que sufre injusticia, en cada situación, en cada conflicto, en cada guerra; nuestro papel es ORAR MAS, ser intercesores por aquellos que no tienen voz, que aun no le conocen, ser mensajeros de su amor y su palabra, ser obreros de su obra, despertar del letargo en que vivimos, ser una luz en medio de las tinieblas, traer esperanza al que no tiene y en lo que podemos dar, mas que en lo que podemos recibir.

Yo sé que no podemos hacer mucho por solucionar los enormes problemas del mundo, pero Dios si tiene el poder, nosotros  podemos orar, orar por aquellos que aun no le conocen, que están privados de su libertad, que sufren, que están enfermos, que padecen persecución por causa de su nombre, que arriesgan sus vidas por llevar el evangelio a lugares remotos y olvidados y aun podemos orar con mas frecuencia por las necesidades de los que están cerca, de las personas que conocemos, de nuestra familia, de nuestros vecinos, pastores, misioneros y por los que no conocemos pero que sabemos de sus acciones por las noticias, por la TV, por las personas con que trabajamos, que estudiamos, etc. Nos maravillaríamos de saber lo que Dios puede hacer con nuestras oraciones: milagros, salvar vidas, proteger personas, enviar a sus ángeles, sanaciones, restaurar vidas perdidas, levantar lideres y obreros para su obra…..estoy segura que este mundo seria mejor, si nos preocupáramos menos por nosotros mismos (las añadiduras)  y oráramos mas los unos por los otros, por las naciones, por el fin de las guerras y por la paz.

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

Mateo 6:19-20

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.destellodesugloria.org

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