Amor, Amor, Amor – Hefzi-Ba Palomino

AMOR, AMOR, AMOR.

amor-amor-amor

y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”

Colosenses 2:10  (RVR1960)

El Señor puso en mi corazón este devocional para hoy y estuve  buscando un versículo que hablara de una manera muy concreta acerca  del amor, pero encontré tantos y  tantas referencias al amor,  que prácticamente tendría que copiar la mitad de  La Biblia, pues desde Génesis hasta Apocalipsis hablan de amor,  del amor de Dios, de nuestro amor,  del amor con que Dios nos ama y como amamos, y tememos a Dios, de los amores que han perjudicado al pueblo de Dios y hasta las consecuencias de la falta de amor, el desamor.  La Biblia habla de Dios y Dios es amor, pero es necesario que comprendamos y analicemos más profundamente todas las implicaciones del amor, para no caer en engaños y mentiras que nos saquen o aparten de nuestro verdadero amor, del primer amor manifestado en nuestro corazón por Cristo Jesús.

Y es que desde que nacemos conocemos del amor, primeramente el amor paternal, de nuestros padres y familia, después crecemos y comenzamos a relacionarnos y descubrimos el amor fraternal (de hermanos)  y construimos relaciones basadas en esos amores, que nos dan seguridad, tranquilidad, bienestar, diversión y aprendemos mucho acerca del amor, del apego, de la separaciones, del dolor que produce el amor, etc.  Seguimos creciendo y nuestro cuerpo se desarrolla, desarrollamos hormonas y descubrimos la atracción física,  el amor erótico, que comienza como algo sencillo, una amistad, atracción y puede terminar en una pasión, una aventura, una debilidad y en el mejor de los casos matrimonio.

Todos estamos involucrados con el amor (sentimiento, afecto, afinidad y atracción) y  por amor existimos, vinimos al mundo  y estemos donde estemos, hagamos lo que hagamos, todos damos y recibimos amor.

Pero no todo el amor que damos y recibimos es bueno;  hay diferentes clases de amor: aparte de las definiciones existentes, hay amores que edifican, amores que duelen, amores que matan y amores  que nos hacen felices, una característica común en toda la humanidad. La búsqueda de la felicidad.

Los griegos clasificaron el amor en cuatro categorías de acuerdo al anterior ejemplo he tomado estos nombres:

  1. Amor fraternal.
  2. Amor filial (Hermandad, solidaridad)
  3. Eros (proveniente del Dios griego Eros) Amor erótico.
  4. Ágape. Amor incondicional y reflexivo donde predomina el bienestar del ser amado. Se asocia este último, con el amor de Dios hacia su creación y  sus hijos.

No importa cuál sea nuestro concepto de la felicidad, el amor es un factor que va a estar presente siempre en todo lo que hacemos, pensamos y  sentimos, pero no debemos fuera de nosotros, como  un factor externo, pues no podemos depender de ese factor externo para ser felices, porque mi felicidad, tu felicidad, no dependen absolutamente de nadie más que de mí mismo, de mi misma. Yo decido ser feliz y el que lo pueda lograr, dependerá directa y únicamente de las decisiones que tome para ser feliz. No de otra persona.

Esto es de vital importancia, porque cuando dependemos de factores externos para ser felices, esos factores no están bajo nuestro control, pueden fallar, son impredecibles y cuando fallan, nos sentimos mal, miserables, tristes, decepcionados, traicionados y nuestra felicidad se vapora.

El mundo siempre está en busca del amor, de pareja, de placer, porque siempre está incompleto, siente un vacío en su ser, le falta algo, que quiere llenar y busca externamente como llenarlo y muchas veces tienen lo que buscan, o lo que creen que los va a hacer  felices,  pero eso no los satisface y siempre van a querer más y más de lo mismo, porque es pan que no llena y que no alimenta.

No así los  cristianos, nosotros en Cristo, debemos sentirnos llenos, plenos,  satisfechos, completos, porque conocemos de su amor, porque por su amor fuimos creados, salvados, limpios y perdonados; porque en él todas nuestras necesidades están satisfechas y nuestra felicidad, nuestro futuro, nuestra vida, está en sus manos.

No importa hoy por lo que estés pasando, Cristo Te Ama y si te has enfriado o alejado, toma la decisión de reconciliarte hoy con él, porque es el único amor que llenara tu vida de paz, de gozo, de felicidad y tu boca de alabanza. Vuélvete a tu primer amor.  Es tu decisión, en sus manos está tu vida, tu felicidad y tu amor.

y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.”

Apocalipsis 2:3-4  (RVR1960)

por Hefzi Ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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