Eres libre y es tu deber ejercer tu libertad – Estephany Cordova V.

ERES LIBRE Y ES TU DEBER EJERCER TU LIBERTAD

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. 

2 Corintios 6:14-18

“Eres libre y es tu deber ejercer tu libertad” con esa oración le dije adiós a aquella persona que le pedí que nos guardáramos y que si era de Dios estaríamos juntos otra vez, le había pedido que busque de Dios y me permitiera obedecerle y que yo estaría dispuesta a esperarlo. Sin embargo, mi querido hermano(a) me dijo que no lo esperara porque él no quería ser cristiano y su vida iba a ser mucho más agitada que la mía.

Para serle sincera hermano(a) agradezco la sinceridad de esta persona porque nada le hubiera costado engañarme y hacerme creer que me esperaría, sin embargo, no lo hizo fue sincero y de eso siempre estaré agradecida con él.

Dios esta vez fue rápido en contestarme porque yo le había dicho que fuera él quien tuviera la última palabra, incluso, a la carpeta de fotos que tenía con aquel muchacho le había puesto la siguiente etiqueta:

 Dios tiene la última palabra, lo que ha sido designado para mí, será para mí.

Ahora comprendo que él no era para mí y no será para mí y que Dios me ha cuidado tanto que me dio fuerzas para decirle que no nos viéramos hasta que él busque de Dios porque para serle sincera sin la ayuda de Dios no lo hubiese logrado y hasta ahorita estuviera viviendo una gran mentira.

Es verdad que humanamente me dolió leer su mensaje y lloré pero mientras lo hacía clamaba a Dios por su conversión, le dije Señor sé que quizás no será hoy, ni será mañana, pero Padre que sea.

Lo que me dolió más fue ver el corazón endurecido de un chico que no quería a Dios en su vida, eso me caló terriblemente. Tengo misericordia de él, me da pena que el mundo sea tan atrayente para algunos. Mi fe se ha incrementado y oro por aquella persona pero renuncio a vivir de los recuerdos, ya lo hice, ya renuncié a añorar el pasado.

Hermano(a) no podemos obligar a nadie a que acepta a Cristo en su corazón, y bien que he aprendido esa lección, aunque nunca lo obligué siempre le decía que él era libre de hacer lo que él quisiera pero que no todo llevaba a algo bueno.

Dios me ha devuelto el gozo y así como le dije a aquella persona que ejerciera su libertad, le invito a usted a ejercerla para decir NO a todo aquello que sabe de antemano no es de Dios.

Ejerza su libertad para hacer sonreír al señor y viva de acuerdo a sus convicciones, no permita que nada ni nadie lo haga tambalear y si eso sucede huya, corra, no se detenga. No juegue a que yo lo cambio, tampoco piense que Dios se lo ha enviado(a) para que lo cambie, no crea que Dios le ayudará, eso es mentira.  Cuando tenga dudas al respecto vaya a la palabra de Dios en la que nos exhorta no unirnos en yugo desigual, con eso basta, no necesitamos señales de humo del cielo para comprenderlo, si está escrito en la Biblia no hay que más preguntar.

Autora: Estephany Cordova V.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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