¿HAS PROBADO EL CHOCOLATE MÁS RICO DEL MUNDO?

“El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedarán perdonados”

1 Juan 4:10

Cuando se conoce a Dios y se acepta a Cristo en el corazón y los miedos con respecto a nuestro padre celestial se van, es cuando se empieza a tener una relación personal con él.

La vida comienza a saber a vida y todas aquellas cortinas que te impedían ver la verdad se deslizan para que te goces en la verdad.

Empiezas, entonces, a disfrutar incluso de un caramelo, ver el cielo te parece extraordinario y contemplar a tu familia es el regalo perfecto.

Comienzas a desechar la apariencia de las cosas y personas, la palabra bueno cambia de significado así como la famosa frase “es normal”.

Llega el momento en que respiras aire lleno de paz y te dejas llevar por el Señor, lo amas tanto que un día por sorpresa tu corazón late una y otra vez.

Lamentablemente un día te alejas porque algo del mundo te engaña y te hace creer mil y un cosas, es cuando te alejas como mismo hijo pródigo y lo más inexplicable y hermoso es que el padre te dice: Ve hijo mío eres libre, te amo tanto que te di libertad para que me escojas amarme o no.

Comienzas otra vida, dices ser feliz pero algo dentro de ti dice lo contrario, es el espíritu santo quien está llorando.

Crees que quizás no has puesto todo de tu parte para adecuarte  a tu nueva vida, sonríes, dices palabras bonitas pero esa vacuidad sigue sin llegar a estar llena.

El llanto te consume, la falta de aire te ahoga hasta que finalmente te das cuenta que estás viviendo en un espejismo en el que NADA ES VERDAD Y TODO ES EFÍMERO.

Hasta que llegas a la conclusión de que probaste el chocolate más rico del mundo, exquisito, inigualable y tu paladar no acepta otro sabor, ya nada lo puede comparar y por ello de la vacuidad en tu ser y las lágrimas en tus ojos.

DIOS ES EL CHOCOLATE MÁS RICO, DELICIOSO, EXQUISITO, INIGUALABLE Y NINGÚN OTRO CHOCOLATE, NINGUNO QUERIDO HERMANO(A) ASÍ ESTE OTRO CHOCOLATE TENGA UNA LINDA APARIENCIA, DIGA PROMESAS PROMETEDORAS, TE VA A LLENAR Y DAR LA FELICIDAD QUE AL LADO DE DIOS Y POR ENDE TODAS LAS BENDICIONES QUE TU QUERIDO PADRE CELESTIAL TE PUEDE DAR.

ESCOJE,  ERES LIBRE DE HACERLO, DIOS TE HA DADO ESA LIBERTAD Y NINGÚN CRISTIANO TE VA A OBLIGAR A QUE ABRAS LA PUERTA DE SU CORAZÓN PERO RECUERDA QUE TODO CAMINO NO LLEVA A UN BUEN PARADERO.

DIOS TE TOCARÁ LA PUERTA UNA Y OTRA VEZ Y TU AMIGO CRISTIANO ORARÁ POR TI FERVIENTEMENTE PERO TUYA ES LA ELECCIÓN.

Autora: Estephany Cordova V.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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