El Pecado es Meditado – Enrique Monterroza

Al Meditarlo, ¡Recházalo!

Hebreos 12: 1

pensando“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”

Sin lugar a dudas el caer en pecado es meditado, yo no creo en aquellos que dicen: “Cuando menos pensé, caí en el pecado”. No creo esta frase porque me parece que es otro pecado mas llamado mentira, pues que el caer en el pecado la gran mayoría de veces es meditado.

Si, meditado porque tú no vas y pecas sin antes pensarlo. Todo aquel que es un nacido de nuevo no me va dejar mentir que antes de concretar el pecado, lo pensaste, lo analizaste, pensaste en las consecuencias y aun así te dejaste llevar por tus deseos engañosos y concretaste lo que en un principio solo era una tentación.

Cuando pecas nadie te obliga a hacerlo, eres tu mismo quien decide ser fiel a Dios, o caer en la infidelidad dándole rienda sueltas a tus deseos carnales.

Si, porque el pecado es eso, es la satisfacción de los deseos carnales que no tiene que ver en nada con el hecho de querer agradar a Dios que es lo que tendría que ser nuestro propósito de vida.

Posiblemente tu eres una de esas personas que sabes muy bien cuando estas mas vulnerable a caer en el pecado. Quizá es cuando te sientes defraudado por algo o alguien, quizá es cuando tuviste una pelea con cierta persona y esto te llevo a ser mas vulnerable a la tentación a tal punto que decidiste caer en ella. Digo decidiste porque eres tu al fin y al cabo quien decide pecar o no.

No vengamos con mentiras delante de Dios diciendo que no soportamos la tentación, no mientas, pues el mismo Señor dijo que no podría ninguna tentación que no sea humana, y dijo que aun así, Fiel es Dios que no nos dejaría ser tentados mas de lo que podamos soportar, y mas aun, junto con la tentación dará la salida.

Es por eso que llego a la conclusión de que todos aquellos que en algún momento pecamos, hemos meditado ese pecado, ¿Cómo?, tan fácil te lo describo:

Estabas ahí en ese lugar, cuando por tu mente paso la idea de concretar el pecado, lo pensaste y te diste cuenta que al hacerlo estabas dañando tu relación personal con Dios, estabas alejándote de la santidad a la cual el Señor te llamo y sobre todo pensaste que al hacerlo te ibas a sentir mal e indigno, pero aun así, ese pensamiento siguió dando vueltas en tu cabeza, lo pensaste una y otra vez, y cada vez que lo meditabas llegabas a la conclusión que eso era fallarle a Dios, cuando El había sido tan bueno contigo, pero tus deseos carnales estaban tan ansiosos de ser alimentados, que ese pensamiento siguió ahí, hasta el punto de que aun sabiendo todo lo malo que esto traía consigo, decidiste concretarlo, sabiendo hipócritamente que luego podías pedir perdón a Dios..

Es así como el pecado es meditado y peor aun, nos aprovechamos de la gracia de Dios, ¿Qué tal si la gracia de Dios desapareciera de tu vida?, ¿Qué tal si lejos de vivir en la gracia viviéramos en la Ley?, en donde se dice que TODA alma que pecare, ciertamente morirá. Te aseguro que si fuera así, muchos lo pensarían mucho más antes de dejarse llevar por sus deseos carnales.

Amados hermanos, ¿Por qué aun cuando somos concientes que el pecado daña nuestra relación personal con Dios, aun así decidimos caer en el?, ¿Por qué?, ¿Será que la tentación es insoportable?, definitivamente eso no es así, la respuesta del ¿Por qué? Es tan sencilla como: “Porque quisiste”.

Así de simple, pecaste porque lo quisiste hacer, aun sabiendo las consecuencias que este te traería. ¿Cuántos de nosotros hemos experimentado esas dolorosas consecuencias de un momento de debilidad humana?, Dios quiere que entiendas que es hora de no ceder al pecado, que si este ha estado siendo meditado en tu mente, este es el momento en que entiendas que ESO JAMÁS SATISFACIRA TU VIDA.

Pueda que el pecado satisfaga a los deseos de tu carne, pero JAMÁS será algo que honre el Nombre del Señor, ¿Con que propósito vives en este mundo?, ¿Para satisfacerte a ti mismo ó para satisfacer a Dios?

Es momento que dejemos que Dios nos tome de su mano, es hora de comprender de que Dios no te ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Que tú eres más que vencedor en Cristo, y que si Jesús venció al mundo, nosotros no debemos de temer, pues de El viene la fortaleza.

Ya no es justo que sigas con una vida de pecado, ni mucho menos que pases largo tiempo de tu día meditando en el hecho de caer en el. Es hora que reconozcas que tienes la mente de Cristo y que es necesario limpiarla de todo aquel pensamiento que me este causando conflictos internos.

Huye del pecado, si estas en un lugar donde sabes que te será mas propicio caer en el pecado, huye de ahí, escapa por tu vida, si tienes amistades que sabes que te inducirán al pecado, ¿Qué estas haciendo con ellos?, aléjate del pecado y muestrales tu anhelo de querer vivir santamente, sin dejar de mantener comunicación con ellos. Si sabes que pasar por algún lugar en específico te será motivo de ser tentado, trata de no pasar por ahí, si sabes que discutir te hará más vulnerable a fallarle a Dios, entonces trata de no discutir y de solucionar los problemas sin llegar a la frustración y como consecuencia la debilidad a ceder al pecado.

Amados, cada uno tenemos en el Señor las mismas probabilidades de decir NO al pecado, reconozcamos al Señor como el único que puede derramar sobre nuestra vida fortaleza y dominio propio para decir NO al pecado, para evitar de esta forma meditar largos ratos en el pecado antes de concretarlo.

Recuerda sobretodo lo que dice Romanos 6: 23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Si Cristo es tu Señor, entonces toma su dadiva como razón para no pecar, pues la vida eterna de Dios es mas gratificante que cualquier satisfacción carnal momentánea. No sea que permitiendo que el pecado se enseñoree de tu vida dejes de alcanzar la vida eterna y la cambien por su paga, que es la muerte eterna.

Es momento de ser inteligente y analizar en que momentos estamos meditando en el pecado, para ponerle punto final, antes de llegarlo a concretar. Y te aseguro que si hacemos de esta manera, Dios estará feliz de tu determinación de no ceder ante el pecado.

Dios anhela que al meditar en el pecado, no cedas a El, sino que lo RECHACES si lo haces serás bienaventurado.

Autor: Enrique Monterroza

Escrito para www.devocionaldiario.com

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