Charles Stanley – Compromiso permanente con Dios

Tema: “Compromiso permanente con Dios”

Leer: Daniel 3:1-18

Daniel vivía en una sociedad pagana cuyos valores eran contrarios a los de Dios. Pero, por su devoción al Señor y su intimidad con Él, el joven pudo oír la dirección divina y mantener su celo espiritual.

También lo motivaba la confianza de que Dios estaba en acción. Enfrentados a un futuro incierto, Daniel y sus amigos realizaban inteligentemente las tareas que les habían sido asignadas, y le confiaron al Padre su futuro (Dn. 1:17-20). El Señor desea tener seguidores como ellos, a personas que 1) se comprometan con Él sin reservas, 2) permitan que el Espíritu Santo les dé el poder de aceptar riesgos, y 3) acepten seguir a Dios donde sea.

Daniel y sus amigos deseaban también dar un fuerte testimonio a los demás. A sus amigos se les dio la alternativa de adorar una imagen de oro, o bien ser lanzados dentro de un horno de fuego ardiendo. Su firme deseo de honrar a Dios y de dar un claro testimonio a quienes los observaban, los motivó a rechazar la adoración al ídolo. Si nuestro propósito es agradar a Dios, recibiremos el poder para obedecerle.

Si nuestra tarea es desagradable o muy difícil, podemos flaquear, pero Dios utiliza entonces la presión para que sigamos adelante. Daniel no vaciló, pero Jonás sí. El inflexible acoso del Señor motivó a Jonás a volverse a Él, y a aceptar testificarle a Nínive (Jon. 1:12; 3:1-3).

Dios nos ha llamado a nosotros también a ser testigos ante quienes nos rodean. Él usa al Espíritu Santo, a las personas y a las circunstancias para empujarnos al lugar donde Él quiere que vayamos. Pídale al Señor que le ayude a comprometerse del todo con Él, y para vivir de verdad esa promesa cada día.

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