Lo Olla que hierve – Alberto D´Arrigo

LA OLLA QUE HIERVE

por Alberto D´Arrigo

olla“Vino a mí la palabra del Señor por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Veo una olla que hierve; y su faz está hacia el norte”.

Jeremías 1-13

El agua cubre el 72% de la superficie del planeta y forma parte del 70% de nuestro organismo, pero así como es fundamental para la vida, en otras condiciones puede resultar fatal. Todo depende de cómo la asimilemos. Por ejemplo, aquella que a diario hervimos para nuestro desayuno, pasa previamente por un proceso de ebullición hasta llegar a los 100 Cº. El fuego es el agente que actuará sobre ella y le quitará todas las bacterias e impurezas que lleva consigo, haciendo que el líquido elemento quede apto para su consumo.

Ahora bien, Dios también se encarga de hervir y pasterizar el agua que luego ha de beber. El no quiere vomitarnos de su boca a causa de alguna contaminación que no hemos lavado con la sangre de su Hijo. Por eso, al ver los pecados y la perversidad de su pueblo, al percatar la impureza de su corazón, no le queda otra opción que echar a andar el fogón de su ira que consumirá todo lo sucio y bacteriano que podemos ser.

Para Israel al menos, no había otra alternativa. Ellos ya habían sido advertidos y persuadidos a dejar sus deslices, más no quisieron ir en pos de Jehová ni dejar sus ídolos. Entonces, Dios levantó a un pueblo que no era el suyo para ejecutar su paternal disciplina y así en medio del dolor pudieran arrepentirse. Los babilonios fueron la olla que Dios usó para prensar a sus hijos quien como agua turbia también se habían enfriado. Por tanto, era hora de atizar y desinfectar. Valga entonces confrontarnos y examinarnos ¿Cómo está nuestra fuente? ¿Estamos dejando a Jesús actuar como torrente de unción fresca cada día? ¿O nuestra fuente yace algo abombada y es menester que Dios la haga hervir?

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Share

Comparte:


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: